Mucha gente sale de casa dispuesto a comenzar el día sólo con una taza de café o algún "snack" demasiado azucarado como desayuno. No obstante, una alimentación balanceada es fundamentalno sólo para los requerimientos básicos de nuestro organismo, sino también para el cumplimiento de actividades físicas e intelectuales que propician un buen rendimiento laboral.
Una persona cuya dieta sea monótona, alta en grasas y azúcares, y carente de vitaminas y minerales está mal alimentada, por lo que tendrá dificultad para mantenerse en estado de alerta, concentrado o en buena condición física durante su jornada diaria, mostrando síntomas como: fatiga y cansancio excesivo, falta de interés e irritabilidad.
Sin embargo, existen alimentos que por su alto valor nutricional proporcionan bienestar físico y mejoran nuestra productividad laboral.
El secreto está en planificar semanalmente un menú de platos variados que nos mantengan satisfechos y aporten la energía necesaria para cumplir nuestras actividades.
Son indispensables para sentirnos satisfechos (en especial los integrales), mejorando el tiempo de acción y atención importantes cuando se realizan trabajos con maquinaria pesada, o que requieran alta concentración. Los carbohidratos complejos (no refinados) como la quinoa, el camote, arroz, pan y pastas integrales son el combustible principal que nos aporta energía.
Por su alta concentración de tirosina favorecen el buen funcionamiento del sistema nervioso central, manteniéndonos en estado de alerta, atentos, motivados y alegres. El salmón, las sardinas, la trucha y el atún contienen ácidos grasos Omega 3 esenciales para la memoria y la irrigación sanguínea, evitando enfermedades cardiovasculares.
Aportan vitaminas y minerales esenciales como el hierro que disminuyen el estrés y estabilizan el estado de ánimo. Incluye en el menú espinacas, berro, acelga, alfalfa y germinados.
Son perfectas como parte del desayuno antes de la jornada, como postre al mediodía o merienda a media tarde para mantenernos satisfechos y con fuerza. La banana o plátano es una gran fuente de energía, por lo que es muy recomendada para quienes realizan esfuerzo físico en el trabajo.
Ideales para consumir a media mañana o media tarde y mantenernos saciados y con energía. Las nueces, almendras, maní y semillas son una gran fuente de vitamina E y antioxidantes que mejoran la concentración y la memoria. La linaza, chía y frutos secos aportan gran cantidad de ácidos grasos Omega 3 y 6 que contribuyen a mantener la mente ágil y fuerte, esencial para quienes pasan largas horas frente al ordenador.
Actúa como un estimulante natural que da la sensación de placer, bienestar y motivación, debido a que incrementa la producción de serotonina y dopamina. Está asociado a la buena salud y funcionamiento del cerebro, evitando la pérdida de memoria. Debemos consumirlo muy oscuro y bajo en azúcar para aprovechar todas sus propiedades.
No saltar comidas, en especial el desayuno. Suprimir la ingesta de alimentos hace que el organismo disminuya su rendimiento para ahorrar energía.
Organiza con tiempo el menú incluyendo las meriendas.
Respetar las horas para comer y no hacerlo frente al ordenador.
Disfrutar del momento de la comida. Comer rápido puede alterar nuestra digestión y provocar una mala asimilación de nutrientes porque el cuerpo no tiene tiempo para hacerlo, ya que le pedimos que haga otras cosas.
No olvidemos la importancia de realizar actividades deportivas o recreativas, respetar las horas de descanso y mantenernos hidratados en el trabajo.