Artículo del mes: Metodologías ágiles, transformando las empresas

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Para mejorar algún proceso existen distintas metodologías que estructuran la forma de trabajar dentro de las empresas. El Design Thinking o el Value Stream Mapping son algunos ejemplos de esto: estructuras que se usan para desarrollar productos de forma más eficaz.

El desarrollo ágil de software es una tendencia que me ha llamado la atención recientemente. Esta manera de trabajar, mejor conocida como Metodología Agile, se usa cada vez más fuera del mundo de la tecnología.

Fomenta equipos de trabajo dinámicos y ayuda a desarrollar proyectos de forma ágil, flexible, rápida, colaborativa y adaptable a las cambiantes necesidades del mercado. 

¿Qué es Agile?

Mediante esta metodología, los proyectos se dividen en una estructura estricta, con diversos pasos a seguir, evaluaciones, herramientas como tableros scrum, cartas gantt y más.

Estos permiten organizarse, experimentar, probar y volver al principio sin desordenarse. Se busca generar un prototipo o un mínimo producto viable de la forma más rápida posible, pero siempre con un enfoque en la excelencia y el cuidado de los detalles.

Un requisito en este desarrollo es que el resultado pueda modificarse. Este se prueba al final del periodo de trabajo y, si no es satisfactorio, se vuelve atrás y se repiten las fases luego de una evaluación interna.

¿Cómo se aplica Agile en las empresas?

Recomiendo que empecemos a hablar de la mejora de procesos gracias a la metodología Agile en el ecosistema de las Start-Ups, ya que su influencia es clave.

Aunque todas las empresas tienen un futuro incierto, las que aún están en las fases iniciales de su existencia necesitan de estructuras que les permitan modificar sus productos o servicios según las experiencias que tengan en el camino.

Por otro lado, si se trabaja en un rubro en constante cambio (como el de la moda, por ejemplo), será necesario hacer evaluaciones constantes de los diseños para asegurarse de que se sigan las tendencias.

En definitiva, para saber cómo aplicarlo a tu empresa, te recomiendo leer el Manifiesto Agile que, en resumen, afirma lo siguiente: “Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas. (...) Colaboración con el cliente sobre negociación de contratos. Responder al cambio sobre seguir un plan”. 

¿Cómo usar Agile para un proyecto?

Para incorporar la metodología Agile en tu empresa y observar una mejora de procesos sustancial, es empezar con un proyecto.

El primer paso es ponerse en los zapatos del cliente, reflexionar acerca de cómo este producto o servicio puede satisfacer sus necesidades.

Hay que pensar en lo que lo frustra, lo que lo alegra y cuáles son sus tendencias de consumo. Así se escribe una “historia de usuario” que te guiará durante todo el desarrollo. 

Los procesos son cortos, de una semana. Los equipos deben ser multidisciplinarios y te recomiendo que se reúnan todas las mañanas para hacer una autoevaluación.

Cuando termina cada etapa se expone el producto al consumidor para evaluar su experiencia y así ver cómo continuar.

Los principales beneficios de Agile

Por un lado, una de las ventajas que encuentro más interesantes de la metodología Agile es poder trabajar de otra manera con las fechas de entrega.

Al organizarse en etapas cortas es posible evitar retrasos y corregir los problemas sobre la marcha o incluso salir al mercado con más confianza, ya que el producto o servicio ya fue probado por el cliente. Los riesgos de no cumplir con sus expectativas son mínimos.

Otro beneficio interesante es que se ahorran costos al involucrar al usuario en las etapas iniciales del proceso y al poder adaptar el producto a los cambios del mercado durante su desarrollo.

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