Un vendedor hecho y derecho debe tener ciertas características y cualidades que lo definan para desempeñar eficazmente su tarea y así aumentar ventas. Entre ellas se encuentran:
El trato con la gente, en este caso, con los potenciales clientes, lo es todo. Un vendedor debe tener la capacidad de poder relacionarse con las personas desde cero, procurando establecer un vínculo de credibilidad y confianza que a corto, mediano y largo plazo lleve a aumentar ventas.
Los buenos vendedores proporcionan la mayor cantidad de alternativas posibles a una situación particular, tanto para el cliente como para la empresa. Ellos se disponen a conseguir la mejor opción en cuanto a tiempos de entrega, precios, descuentos y cualquier valor agregado.
Muestra las cosas tal cual son, dejando toda la información al descubierto. El encarar las ventas de manera honesta no solo favorece la imagen del vendedor en sí, sino también la de la empresa a la que representa.
La perseverancia es clave, ya que un vendedor debe definir y redefinir las estrategias para dar a conocer los productos que pretende comercializar y las ventajas de los mismos. A través de estas estrategias se guía la decisión de compra, entendiendo las necesidades del cliente y ayudándole a satisfacerlas.
Los contactos que posee un vendedor son uno de sus grandes pilares. Es por ello que los vendedores deben tener una agenda o sistema en el que los tengan agrupados y ordenados.
Al gestionarlos en orden, el vendedor podrá hacer de manera más fácil y eficiente sus llamadas de seguimiento. También, podrá verificar las entregas de los productos, y le será más sencillo hacerse presente en la vida de sus clientes en ocasiones especiales como cumpleaños, festividades y épocas comerciales fuertes.
Los desafíos no siempre se resuelven linealmente, y en muchas ocasiones, hay que "pensar fuera de la caja" para dar con soluciones creativas a los requerimientos de los clientes.
El vendedor es una pieza esencial dentro de la empresa, ya que es el eslabón que tiene contacto de manera directa con el cliente y puede detectar sus necesidades antes que nadie. Además, la imagen de la empresa dependerá de la imagen del vendedor, al ser su contacto más directo.
Por lo tanto, son indispensables los vendedores que tengan creatividad, que se “pongan la camiseta” y sepan asesorar adecuadamente al potencial cliente.
Ser un vendedor destacado no es un sueño imposible y se encuentran muchos ejemplos de ellos en la vida real. En México, uno de ellos es Cris Urzua, quien nació en Cancún y comenzó a desempeñarse en el mundo de las ventas a sus 17 años, particularmente en la industria de los tiempos compartidos.
Luego, fue pasando por otras compañías que ya estaban más enfocadas en vender con servicio y le tomó el gusto a la profesión, tanto es así que a los 19 años ya se encontraba dirigiendo equipos de trabajo.
Pero no se conformó con eso porque estaba convencido de que faltaba algo, un valor agregado y además quería dar lugar a las estrategias digitales.
Teniendo esta idea en mente a los 27 años lanzó su programa Selling Through Service, una academia online en la que participan 200 mil estudiantes.
La historia de Cris demuestra que ser un buen vendedor no es un sueño imposible y solo requiere de creatividad y perseverancia. ¿Qué estás esperando para revolucionar al mundo de las ventas?