En el mundo de los negocios ser el mejor no es suficiente para destacar. Para ello, hace falta que las empresas tengan bien entendido cuál es su diferenciador de marca y sepan comunicarlo. El primer paso en la búsqueda es saber qué ofrece la competencia y apostar por aquello que no exista en el mercado o constituya una debilidad.
No es raro encontrar que la dinámica de competitividad propicie que las empresas sean cada vez más parecidas en lugar de que busquen diferenciarse. Sin embargo, ahí está el error. Si las marcas no apuestan por encontrar algo que las haga diferentes, es posible que una buena calidad no las salve de ser superadas por aquellas que, sin ser las mejores en su giro, han sabido aportar ese “extra” en la experiencia de usuario o en el proceso de compra.
Para iniciar este camino, se hablará más a profundidad sobre cómo los negocios pueden destacarse de la competencia y su importancia dentro de las estrategias empresariales.
Actualmente, los consumidores poseen una mayor capacidad de indagación y se hacen preguntas distintas acerca de las características, beneficios y desventajas de una marca. Buscan que la empresa a la que le entregarán su confianza y recursos ofrezca productos o servicios que resuelvan la necesidad para la que fueron creados, pero también que estén alineados con sus valores.
En este sentido, el diferenciador es algo que está más allá de una adecuada gestión empresarial y de la calidad del producto. Si bien la regla de oro es no ser similar o igual a los demás, encontrar el factor de unicidad está más relacionado con entender la sensibilidad del mercado y determinar qué es lo que más aprecia, que con simplemente buscar que las empresas se distingan de otras.
Algunas de las estrategias de empresa de las que han resultado los mejores diferenciadores son las siguientes:
También llamada Customer Experience, es una de las apuestas seguras de muchas empresas. Consiste en generar un valor agregado al momento de la compra o adquisición del servicio. Generalmente es una experiencia sensorial grata para el consumidor, que puede llegar a convertirse en el sello característico de la marca. Además, debes tener presente que cuando el consumidor no percibe la diferencia entre dos productos, terminará optando por el de menor precio.
Mantenerse al tanto de las tendencias y adoptar aquellas que agreguen valor a la experiencia de compra es un acierto seguro; no solo porque facilita las transacciones, sino porque demuestra preocupación de la empresa por actualizarse y hacer mejoras en el servicio. Aquí se incorporan diferentes métodos de pago, el desarrollo de aplicaciones móviles o la instalación de módulos de autoservicio.
Desde la ubicación hasta la forma de contacto, puede ser el plus más grande. Hay clientes que agradecen esta facilidad, bien sea por el funcionamiento intuitivo de la plataforma o por lo rápido que pueden adquirir un producto. De hecho, como consecuencia de la inmediatez con que se producen las interacciones en el mundo digital, la velocidad es uno de los aspectos más valorados por los clientes.
Siempre que el giro de la empresa lo permita, la personalización de productos y servicios es un punto a favor. Sin embargo, antes de dar este paso es importante llevar a cabo un análisis del entorno empresarial que considere aspectos como la cultura organizacional y los procesos de producción, pues es muy probable que acciones del día a día deban ajustarse y sea necesario preparar a los colaboradores para un contacto más cercano con los clientes.
Existen formas de pago que hacen más sencilla la experiencia de compra, al tiempo en que protegen al cliente de posibles estafas o cargos no reconocidos. Muchos de ellos se apoyan en tecnologías como billeteras virtuales, particularmente si son usuarios habituales de las plataformas de e-commerce. Brindar un servicio rápido, seguro y efectivo en este aspecto, podría ser un diferenciador cuando otras empresas del giro no ofrezcen este beneficio.
Tras la revisión de estos aspectos, integrar las fortalezas encontradas en cada uno será el punto de partida para encontrar un diferenciador relevante y desarrollar nuevas estrategias de empresa. Así será más sencillo conectar con el público objetivo y atraer clientes nuevos.
En un mundo tan competitivo ganar no significa estrictamente superar a la competencia, sino entregar algo único que convierta a la empresa en referente. En IZA Business Centers nuestro diferenciador es poner a disposición de nuestros clientes oficinas virtuales y espacios de cowork adaptados a sus necesidades, con contratos flexibles en función del número de días y horario en que necesiten trabajar.