¿Has sentido que tu trabajo absorbe demasiado de tu tiempo que has dejado de lado a tus amigos y familia, vives agotado y pasas gran parte del día de mal humor? Pues esos son los típicos síntomas de una persona que sufre de estrés laboral. En México, la situación es grave: nuestro país ocupa la primera posición en porcentaje de personas con estrés producto del trabajo. De hecho, el 25% de los 75 mil infartos anuales que se producen aquí son por causa de esta problemática, acarreando pérdidas de hasta 40 mil millones de dólares al año.
Una persona que sufre de estrés laboral siente una presión enorme por causa de las tareas a realizar y la falta de tiempo para ello, lo que trae como consecuencia disgustos, enojo, cansancio, y una sensación permanente de angustia.
Es por esto que te compartimos algunos sencillos tips para combatir el estrés, y al implementarlos podrás ver cambios sustanciales en tu día a día:
Para comenzar a trabajar en tu bienestar laboral, tienes que revisar el lugar en el que desarrollas tus tareas. Es probable que tengas un desorden en tu espacio de trabajo que ni tú mismo entiendes, o que lo tengas atiborrado de objetos inútiles.
Ambos escenarios son detonantes de la distracción y, por ende, del estrés. Mientras más despejada esté el área en la cual realizas tus tareas, más fácil te será concentrarte.
La comida más importante del día no puede ser dejada de lado, ya que es ésta la que nos otorga la energía necesaria para comenzar nuestra jornada.
Procura ingerir alimentos saludables, como frutas y cereales, para comenzar la jornada con ánimo y disposición a enfrentar nuevos desafíos.
Si piensas que puedes trabajar durmiendo poco o sin tomarte pausas dentro de la jornada laboral, estás en un grave error. No por nada te sientes cansado y malhumorado ¿no?
La falta de sueño es un detonante del estrés, así como también lo es el trabajar de corrido durante horas sin permitirte una pausa para relajarte y tomar un poco de aire.
Te recomendamos tomar un descanso corto -por lo menos cada dos horas- para que el cerebro se "refresque" y puedas continuar rindiendo.
Con la ayuda de un pizarrón o calendario ubicado en un lugar visible en tu espacio de trabajo, establece tus prioridades día a día y anota tus compromisos de la semana.
Puedes también apoyarte de tu smartphone para que te avise sobre los asuntos pendientes a través de alarmas y recordatorios.
Dedica parte de tus fines de semana (e incluso dentro de la semana) para practicar algún deporte, salir con los amigos o visitar a la familia. Ello te ayudará a pensar en otras cosas, estar en forma, liberar endorfinas y no dejar de lado a quienes están a tu lado.
También puedes dedicar algunos minutos cada mañana a practicar técnicas de relajación como meditación o yoga, que son de gran utilidad para combatir el estrés.
Además, no olvides concentrarte en tu respiración, en especial cuando te encuentres particularmente nervioso. Una respiración pausada y profunda por algunos segundos te ayudará a relajarte cuando sientas que estas al borde de un ataque de nervios.
Sabemos que el trabajo y desarrollo profesional son importantes, pero la tranquilidad emocional lo es aun más. En ese sentido, al contar con un espacio de trabajo bien organizado -además de todas las recomendaciones que acabamos de revisar-, podrás asegurar un bienestar laboral y, con ello, una buena salud mental.