Creando un elevator pitch efectivo
12 ene 2018 Innovación Empresarial Por: Carlo Domenech
Un pitch de negocios es la presentación de un proyecto por parte de un emprendedor hacia un inversionista potencial y usualmente debe hacerse en poco tiempo. Por ejemplo, un elevator pitch debería durar algunos segundos o máximo un par de minutos, con el fin de captar la atención para luego concertar una reunión.
Captando la atención en poco tiempo
En el ámbito empresarial, los pitch son algo común, pues esa es la forma en la que surgen la mayoría de negocios en estos días.
Tener una idea que resulte en una organización exitosa no es la parte difícil, sino la elaboración de un proyecto realista y sustentable y, por supuesto, la capacidad de presentar la idea de forma efectiva.
Basta pensar en la cantidad de ideas “originales” y “milagrosas” que los inversionistas escuchan día con día. ¿Invierten en todas? Por supuesto que no.
De hecho, podría ser molesto simplemente abordar a un inversionista con un pitch, lo que haría que la idea esté muerta antes de siquiera ser planteada. Hay que saber cuándo hacer un pitch; por ejemplo: conseguir una cita con inversionistas o asistir a las llamadas “noches de pitcheo”.
¿Qué debe contener un buen elevator pitch?
Es simple: debe ser capaz de contar el negocio en forma rápida y atractiva, para que genere interés en los potenciales inversionistas.
1. Cuenta una historia
¿Cuál es el problema? ¿Cuál es la solución que planteas ? Conforma una historia para hacer el pitch más entretenido. Los inversionistas podrán identificarse contigo y con tu proyecto, lo que te sumará muchos puntos.
2. Explica el modelo de negocios
¿Cómo ganas dinero? la rentabilidad del proyecto debe resultar evidente y fácil de entender.
3. Expon el potencial del mercado
La idea es que menciones el tamaño de la oportunidad. Los inversionistas buscan negocios de escala global, que de pueden replicar fácilmente y que son escalables.
Todo pitch efectivo tiene ases bajo la manga
Debes estar preparado para lo que sea. Cuando presentas un pitch, el único indicador de cómo lo estás haciendo es el lenguaje corporal de tus interlocutores.
Si detectas entusiasmo, tal vez sea hora de dejar de pedir y empezar a proponer. Si, en cambio, notas que están a punto de rechazarte, debes apresurar las mejores ideas y acortar la presentación para al final proponer un camino claro a seguir con la inversión.
¿Qué más tomar en cuenta?
Siempre se puede mejorar, y aunque creas que tienes el mejor pitch en la punta de la lengua, no está de más escuchar consejos de gente más experimentada.
En internet existe suficiente material de gente realizando pitch efectivos en vivo, es decir, en el momento en que la idea está siendo propuesta a inversionistas de verdad. No sabes lo mucho que te servirá mirarlos con fines educativos.
Debemos recordar que, sin importar cuánto esfuerzo y tiempo se invierta preparando un pitch, es probable que los inversionistas no se animen a comprar la idea. Esto es normal y pasa todo el tiempo, sobre todo en este mercado competitivo de crecimiento laboral.
Lo mejor es siempre tener listo uno o dos pitch para presentar cuando se tenga la oportunidad. La constancia hace la excelencia.
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