El comercio electrónico crece a un ritmo imparable a nivel mundial, y México no es la excepción. Para muestra, basta con decir que en el país, la compra, venta o intercambio de diferentes bienes o servicios por medio de fuentes digitales de comunicación, alcanzó un crecimiento del 28,3% durante el período abarcado del 2016 al 2017, representando esta cifra un negocio de más de 17 mil millones de dólares.
Para 2021, la cantidad de usuarios de internet podría alcanzar los 92,2 millones, lo que significaría un porcentaje del 71.9% en cuanto a penetración de la población.
Es fundamental tener en cuenta, a la hora de analizar los números mencionados anteriormente, el papel de las nuevas generaciones. El 51% de los compradores en línea de México poseen una edad comprendida entre los 18 y los 34 años, y las generaciones Z y millennial representan al 60% de la población del país.
Los datos, a esta altura, son contundentes. El comercio electrónico representa una actividad en expansión cuyo crecimiento dista mucho de encontrar un techo, sino que, al contrario, las prácticas de uso de las nuevas generaciones que se incorporan al mercado permiten anticipar un crecimiento constante.
Asimismo, un elemento importante es el actual uso de teléfonos móviles. La cifra respecto a la cantidad de negocios que han recibido compras desde dispositivos móviles en México alcanza el 98%, representando a su vez un 34% de las ventas totales a nivel general en el país generadas a través del canal del comercio electrónico.
A la hora de preguntarnos los motivos de semejante crecimiento, es necesario repasar las ventajas que posee este medio, tanto para los clientes como para las empresas:
Al momento de incursionar en el comercio electrónico, es necesario tener en cuenta el apartado de la seguridad para así salvaguardar los datos de todos los involucrados.
Para ello, y debido a las exigencias del mercado actual, se ha desarrollado una innovación tecnológica, la Norma Mexicana sobre Comercio Electrónico con el objetivo de aumentar la confianza de compradores y vendedores, resguardando su privacidad y sus intereses.
Esta norma, si bien no obliga a ser seguida por su carácter voluntario, permite a los usuarios identificar rápidamente los lugares más confiables donde realizar sus compras por medios electrónicos, lo que hace necesaria una inversión adicional por parte de los oferentes en cuanto a protocolos de seguridad.
Actualmente, la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) cuenta con más de 270 empresas que se rigen bajo esta norma.
La importancia del comercio electrónico y la necesidad de su adopción como parte integral de la actividad empresarial en el mundo actual, se refleja en los siguientes datos:
De esta forma, el comercio electrónico tiene mucho por crecer, y sin duda los datos a futuro seguirán siendo positivos gracias a las nuevas generaciones cuyo impacto se ha analizado, por lo que la recomendación a sumarse a esta tendencia es clara e indudable para alcanzar el éxito empresarial.