A la hora de elegir una oficina hay que tener en cuenta diferentes factores, como la localización, el tamaño, el diseño, la iluminación, los decibeles de ruido que soporta, la seguridad, el precio de alquiler y la infraestructura e imagen del edificio.Pero entre todos ellos la ubicación resulta fundamental, ya que es determinante en el logro de objetivos estratégicos por varias razones.
Una oficina ubicada en un centro de negocios, con alta accesibilidad y conectado a las principales vías de la ciudad, le permite a la empresa estar cerca de sus principales mercados y target.
En consecuencia, se favorece la atracción y retención de clientes.
Si la oficina está situada, por ejemplo, en una zona de difícil acceso e insegura, la empresa tiene pocas posibilidades de conservar los compradores en el mediano y largo plazo; simplemente por la complejidad del lugar.
Los clientes modernos buscan experiencias de compra de alta calidad; ello supone la ubicación de oficinas y puntos de venta a su alcance, en zonas seguras y, por supuesto, en edificios con un diseño acogedor.
La era digital facilita las reuniones a través de videoconferencias y simplifica las comunicaciones con las aplicaciones de mensajería y el correo electrónico.
Pero eso no exime a la empresa de la obligación de ubicarse en una zona corporativa de fácil accesibilidad y, preferiblemente, cercana a sus proveedores y socios.
De esa manera, la empresa le dice a sus socios y proveedores que valora su tiempo. Las reuniones y desplazamientos entre una entidad y otra resultan menos engorrosos, optimizando las relaciones comerciales y abonando el terreno para cumplir metas estratégicas.
Vivimos en una época en la que “todo entra por los ojos” y la oficina puede emitir una señal de éxito y confianza. Por eso, para los clientes, socios y proveedores resulta de suma importancia saber que las oficinas de la empresa se encuentran en una zona de prestigio dentro del espacio empresarial.
Los recursos humanos juegan un papel determinante en el logro de objetivos estratégicos. Al contar con profesionales de calidad altamente comprometidos con las metas de la empresa, esta se hace más productiva y competitiva.
Pero la empresa difícilmente conseguirá atraer este tipo de profesionales y retenerlos en el tiempo si sus oficinas se hallan ubicadas en zonas periféricas de difícil acceso y poca conectividad.
Los colaboradores modernos, más allá de un buen salario, buscan empleos que les ofrezcan experiencias de trabajo de buena calidad.
En ello el ambiente laboral y la ubicación de la organización son fundamentales.
Si la oficina se ubica en un Business Center en el que hacen presencia otras empresas de diferentes sectores y hasta la misma competencia, resulta más sencillo conocer a otros empresarios con los cuales establecer relaciones de negocios, generar alianzas estratégicas e incluso intercambiar conocimientos.
Nada más oportuno a la hora de cumplir metas.
La ubicación de la oficina es un factor que debe sopesar por encima de otros de menor impacto, como el mismo precio.
Una localización estratégica no es un gasto; es una inversión que aumenta las posibilidades de alcanzar el éxito.
Compañías como IZA Business Centers ofrecen a muy buen precio espacios de trabajo modernos y equipados con tecnología de vanguardia, en los centros de negocios más importantes de Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara, Tijuana y Querétaro.
Hay que aprovechar la oportunidad y rentar una oficina a la medida de los objetivos estratégicos de la empresa.