La nueva realidad ha obligado a las empresas a tener flexibilidad en muchos aspectos. Desde la parte económica, que exige ser reforzada a raíz de la crisis, hasta la estrategia de negocios, que también juega un papel fundamental en el contexto actual. Por esa razón, es necesario analizar cada acción y, de ser posible, optimizar procesos para que todo marche bien.
Los nuevos retos que enfrentan las organizaciones demandan mucho esfuerzo, pero también abren paso hacia una nueva oportunidad de negocio. Todo es cuestión de saber identificarla. Para lograrlo, es necesario plantearse algunos escenarios.
De acuerdo a una publicación realizada por Forbes México, “los problemas a los que se pueden enfrentar las empresas están enfocados en el colapso en los precios accionarios, mayor percepción de volatilidad y el impacto en las finanzas”. Para una exitosa recuperación financiera, sin perder clientes o leads, es importante evaluar algunos aspectos como:
La presencia del COVID-19 obligó a las empresas a redirigir su estrategia de negocios, destacando la toma de decisiones estratégicas y pensadas para un entorno VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo).
A raíz de la pandemia, el año 2020 está considerado como uno de los más complejos y retadores para los inversionistas en los mercados financieros y ha desequilibrado a todas las economías alrededor del mundo, sin excepción. Pequeñas, medianas y grandes empresas se han visto obligadas a cambiar su giro de negocio y aplicar estrategias como lead marketing.
Esta incertidumbre se ha visto reflejada en el miedo que muchos economistas, administradores e inversionistas han tenido. El índice VIX, también conocido como el índice del miedo, reflejó que la volatilidad de los mercados alcanzó los niveles de 85.47 puntos porcentuales en marzo de 2020. Esta cifra no se había visto desde la crisis financiera global del 2008.
El cambio no siempre representa algo negativo: si bien la volatilidad ha desencadenado una serie de consecuencias negativas, también ha dado paso a una nueva oportunidad de negocio. A través de la volatilidad, los empresarios pueden medir los factores que afectan a la rentabilidad o precio de un producto o servicio, entre otros elementos.
Ante un escenario de incertidumbre, un gran recurso es aplicar la diversificación y colocar el patrimonio en diferentes tipos de activos, tanto direccionales como compensadores.
Esto dará un poco más de tranquilidad porque, al tener activos sin una correlación directa en el portafolio, las empresas podrán ir más allá de la clásica construcción de una cartera de inversión a través de instrumentos de deuda y renta variable, para poder expandir el negocio en otras áreas.
En otras palabras, gestionar adecuadamente el riesgo y no quedarse con los brazos cruzados es igual o más importante que la gestión del rendimiento. Construir un portafolio diversificado (siempre alineado al perfil de la inversión) ayudará a los inversionistas y empresarios a llevar con más calma los momentos de mayor turbulencia financiera.
Para que puedan darse las oportunidades de empresa, no solo basta con actuar rápido, también es necesario que las organizaciones sean flexibles y hagan uso de servicios y productos sin compromisos que puedan sobrepasar la capacidad de los clientes.
Algo es flexible cuando presenta algún cambio o adaptación; el concepto de flexibilidad estratégica aplicada en las organizaciones es muy similar. Este término se refiere a la flexibilidad que tiene una compañía en su participación activa en el mercado, es decir, cómo responde a un entorno cada vez más desafiante y competitivo al mismo tiempo que mantiene u optimiza su posición.
La organización flexible incluye cuatro ámbitos que están interconectados:
A partir de la situación actual, aquellas empresas que no se adapten o puedan identificar nuevas oportunidades en tiempos de crisis, desaparecerán. Mientras que las que sean flexibles, seguirán adelante y se harán más competitivas en el mercado.
Por ello, en conjunto con estrategias de lead marketing para no perder usuarios en tiempos de crisis, también es importante considerar otras acciones como: velar por la salud y bienestar de los empleados, mantener las operaciones comerciales, garantizar la cadena de suministros y poner al tanto a los colaboradores de la situación que atraviesa la empresa.
Reorientar las estrategias también dependerá del tipo de objetivo que tiene cada organización. Si, por ejemplo, buscan incrementar sus leads, debe existir un cambio de estrategia sí o sí; pues así como cambia el mercado, los usuarios también lo hacen.
En IZA continuamos renovando nuestros servicios para nuestros clientes, por ello, nos encontramos en una etapa de flexibilidad y simplificación, con el fin de adaptarnos a las necesidades del cliente. Contamos con las medidas sanitarias correspondientes en los centros de negocios para tener espacios de trabajo seguros y listos para usarse.
Todo es posible en IZA.