¿Sabes cómo empezar un negocio? Para impulsar la formación y crecimiento de una empresa, es primordial contar con fuentes de financiamiento adecuadas. En ese sentido, existen algunas interesantes opciones que todo emprendedor debe conocer:
Consiste en un crédito que proporciona la liquidez necesaria para el desarrollo inicial de la empresa. El requisito que los inversores piden por la inyección de fondos, es la adquisición de una parte del negocio.
En México, la Secretaría de Economía proporciona este tipo de instrumento financiero a las empresas. Para la concesión de este tipo de préstamo, se valora tener un proyecto sólido e ideas innovadoras.
Son inversores particulares que aportan capital a empresas con proyectos de un alto contenido innovador y potencial de crecimiento. Para obtener su apoyo, suelen requerir que el empresario disponga de un plan de negocio convincente, apostando por la recuperación del capital invertido en un plazo de entre 5 y 7 años.
Las plataformas de recaudación colectiva de fondos permiten las donaciones de personas interesadas en un proyecto, durante un período determinado (habitualmente entre 30 y 45 días). A cambio de los aportes, el donante recibe una recompensa u otro beneficio, como participaciones accionarias.
En concreto, este tipo de mecanismos son programas de ayuda para emprendedores con financiación del Gobierno. Se consiguen a través de convocatorias que tienen un calendario anual predeterminado, y están exentas del pago de comisiones.
Es un apoyo completo, que cubre todas las necesidades de la empresa (material de trabajo, alquiler de espacios de coworking etc.), por lo que constituye un importante medio para financiar un emprendimiento, sin la necesidad de lidiar con intereses u otros costos similares asociados a la obtención de recursos para iniciar un negocio.
Es una operación financiera basada en la entrega de fondos por parte de sociedades de capital riesgo, a startups con proyectos innovadores y que presenten altas expectativas de crecimiento. A cambio de la inversión, obtienen una participación en la empresa con porcentajes que oscilan entre 20% y 30%.
Es una modalidad de financiamiento que consiste en el apoyo económico por parte de inversores particulares, sin intermediación bancaria y con tipos de interés más elevados (en torno al 7%). Se utiliza cuando el emprendedor no dispone de los requisitos necesarios para solicitar un crédito bancario, o para complementar este tipo de instrumentos financieros.
Una de las formas más habituales de financiación, es la aportación económica de familiares y círculos de amistades. Se caracteriza por ser un apoyo fácil de obtener, con condiciones más ventajosas, como una mayor capacidad de negociación.
Disponer de estas alternativas de financiamiento es crucial para saber cómo empezar un negocio, pues permiten disponer del capital suficiente para el desarrollo y la expansión de la compañía.
En ese sentido, para orientar el curso del emprendimiento hacia el éxito es fundamental considerar elementos básicos, como un plan de negocios detallado, proyecciones financieras y contemplar el lugar en el que se desarrollarán las actividades diarias de la empresa, como un espacio de coworking, en donde no solo es posible abaratar costos, sino que también se pueden ampliar las redes de contacto, pudiendo acceder a nuevas oportunidades de negocio en un ambiente grato y en donde las ideas pueden ser fortalecidas gracias a diferentes puntos de vista.