Crear una cultura de la innovación es fundamental para cualquier empresa que quiera sobrevivir en el mundo de los negocios actual. Esto se debe a que la innovación es lo que otorga diferencia y da valor agregado a cualquier proceso, producto o servicio.
El capital humano juega un rol clave en el proceso de innovación, solo trabajando en equipo es posible estar atento a los cambios y adelantarse a la competencia.
¿Qué es innovar?
Innovar no es lo mismo que idear. La creación y el surgimiento de nuevas ideas son importantes en el proceso de innovación, pero por sí mismas no conducen a ninguna parte.
Innovar es la capacidad de crear valor a partir de esas ideas, es introducir nuevas formas de hacer las cosas para adaptarse a los cambios.
Es por esto que la innovación se sustenta en dos grandes pilares: la creatividad y el trabajo. Una cultura innovadora es capaz de concretar esas ideas abstractas.
No es imperativo crear cosas nuevas, lo importante es crear cosas únicas que satisfagan las necesidades de los clientes.
Para crear estas soluciones únicas es preciso pensar fuera del molde y este proceso comienza a partir de la reorganización del capital humano.
Área de innovación
Innovar es ante todo una forma de crecer. Entre los beneficios de innovar se encuentra la posibilidad de mejorar la oferta y aumentar la producción, con los consiguientes aumentos en la demanda y la capacidad para dar trabajo a más personas.
Para materializar las buenas ideas es necesario contar con un equipo que pueda llevar a cabo todas las partes del proceso, esto es lo que se conoce como el área de innovación.
Crear una división de innovación implica estar dispuestos reestructurar las jerarquías tradicionales. Las empresas innovadoras tienden hacia la horizontalidad y la flexibilidad en la organización de sus equipos.
Además de lo anterior, es importante crear redes con otras empresas y trabajar en una cultura abierta a colaborar incluso con quienes son parte de la competencia.
Se puede innovar en todas las áreas de una empresa, la clave es contar con un equipo que le dé sustento para que estos cambios no generen un nivel de disrupción que termine por dificultar las labores cotidianas.
El nivel de complejidad del equipo de innovación dependerá del tamaño de la empresa. Sin embargo, hay algunas funciones básicas que todo equipo de innovación debería cumplir:
Además, el equipo debe tener una filosofía de trabajo basada en los siguientes principios:
Teniendo claros estos objetivos y estrategias, la siguiente etapa es transmitir este mensaje al resto de la empresa. Un área de innovación no será realmente exitosa si no logra comunicar este cambio de paradigma.
Esto porque innovar no es solo crear, sino más bien, incentivar a las personas a trabajar de una nueva forma. La manera más efectiva para transmitir los beneficios de innovar al resto de los colaboradores debería considerar al menos los siguientes pasos:
Arriesgarse a cambiar los paradigmas tradicionales y trabajar colaborativamente para que las buenas ideas se conviertan en un aporte para la sociedad es sin duda un camino para lograr el éxito en cualquier empresa.