Con el crepúsculo del año llega la oportunidad de reflexionar sobre los logros alcanzados y trazar el rumbo hacia el futuro. Para el mundo empresarial, este periodo de transición es crucial, marcando el inicio de un nuevo capítulo lleno de potencial, oportunidades y de nuevas metas empresariales.
En este artículo, hablaremos sobre la importancia de planificar metas empresariales para el próximo año, creando estrategias efectivas que permitan a las organizaciones no solo sobrevivir sino prosperar en el dinámico escenario empresarial.
La diferencia entre una empresa que triunfa y una que fracasa no está en sus recursos, sino en la forma en la que guía cada una de sus acciones. Y es que solo imagina que eres el conductor de un barco en altamar, no tienes brújula, mapa, GPS y no se ven ni las estrellas. Añade que tienes poco combustible; ¿a dónde irías?, ¿sabrías cómo llegar al puerto?
Eso mismo sucede con las empresas que carecen de una adecuada planificación estratégica, pues la planificación es el Google Maps de las empresas que te dirá en dónde estás, a dónde quieres llegar y cómo puedes hacerlo; te da claridad sobre tus metas empresariales.
Con un mercado cada vez más competido, tener claridad es muy importante, pues esto te permite optimizar tus recursos. Además, evitarás perder tiempo, dinero, recursos y talento en acciones que al final del día, no te llevarán a ningún lado. Cuando, por el otro lado, a tu competencia puede que sí le funcionen.
Muchos líderes dudan sobre si lo que están haciendo es realmente planeación estratégica. A grandes rasgos, la planeación estratégica se materializa en un plan, ya sea un Word o un PowerPoint. Este debe tener objetivos, metas empresariales, análisis del mercado, acciones, recursos, proyecciones, entre otras cosas.
Podemos ver que la planeación estratégica puede tomar formas como la de un plan de negocios, un plan comercial, uno de expansión e inversiones o uno de marketing. En general, esta planeación se distingue por contener un análisis de la situación, objetivos o metas empresariales a cumplir, acciones para lograrlo y KPIs para evaluarlos.
La toma de decisiones debe estar soportada por datos. De acuerdo con estudios sobre el uso de la data en la inteligencia de negocios, la definición de las metas empresariales tiene su origen en los datos disponibles para la dirección. En otras palabras, es a través de los datos que podemos definir dónde estamos, hacia dónde vamos y cómo llegaremos.
Una herramienta de gran utilidad, sobre todo, para la planificación estratégica en el marketing es el análisis FODA. Aquí te contaremos más sobre cada parte del FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), cómo es que puedes detectarlas y cómo son relevantes para el cumplimiento de las metas empresariales.
Las fortalezas tienen su origen en el interior de la empresa y son todo aquello que te hace fuerte, te distingue del resto y en lo que eres bueno. Encontrarlas es un gran ejercicio de introspección en el que toda la organización debe preguntarse: ¿En qué campos somos fuertes?
Fortalezas hay muchas, desde un bajo precio o excelente calidad hasta una mayor cobertura de mercado, la mejor atención al cliente o una cultura de innovación consolidada.
De carácter externo, las oportunidades son todas esas posibilidades que una empresa puede aprovechar a su favor. Es decir, son situaciones que pueden ser muy beneficiosas para un negocio cuando suceden.
Por ejemplo, si el fuerte de tu negocio es que fabrica todo de forma local, el cierre de fronteras a las importaciones puede ser una gran oportunidad de negocio.
Opuestas a las fortalezas, las debilidades son todas aquellas circunstancias internas que pueden ser un punto débil para una empresa. En otras palabras, son áreas que se deben de mejorar, apuntalar, fortalecer o incluso cambiar por completo.
Una debilidad de un pequeño e-commerce puede ser tener inventarios limitados o no contar con una flota de logística propia.
Por último están las amenazas, que son situaciones externas que están fuera del control de una empresa y ponen en amenaza su existencia. Si bien estas no se pueden controlar, sí se pueden implementar estrategias para reducir su impacto.
Ejemplos hay muchos; las guerras, la imposición de aranceles o incluso una pandemia son situaciones ajenas a una empresa que pueden convertirse en el motivo de su quiebra.
La coherencia es una característica fundamental en toda cultura empresarial que cada vez menos organizaciones tienen. Y es que de nada sirve tener metas empresariales claras si éstas no son congruentes con la esencia del negocio y sus valores o si simplemente no están alineadas con el core empresarial.
Cuando las metas empresariales siguen la misión y visión de una empresa, su cumplimiento se vuelve más sencillo, pues no se sienten como algo inalcanzable, sino más bien como parte del ADN de la empresa; se sienten propias y naturales, lo que facilita su cumplimiento.
Además, tener metas empresariales alineadas con la filosofía corporativa ayuda a que todos estén en la misma sintonía, y evita que un departamento trabaje con un enfoque y otro con uno completamente distinto.
De acuerdo con artículos enfocados en la importancia de la cultura y filosofía empresarial, tener metas alineadas con la esencia del negocio ayuda a que las personas se sientan parte del mismo, incentivando a que se pongan la camiseta.
¿Cómo es posible fijar metas empresariales? Existe el concepto de metas SMART, en el cual cada letra representa una característica de las metas empresariales. El significado de esas letras es el siguiente:
Esta es la forma más rápida en la cual se puede formular las metas empresariales y así, contribuir a la creación de una planeación estratégica más clara. A su vez, esto ayuda a obtener mayor claridad y, por tanto, lograr mejores resultados.
Planificar metas empresariales para el próximo año no es solo un ejercicio de proyección; es un compromiso con la excelencia, la adaptabilidad y el crecimiento continuo. Al abrazar la planificación con determinación y visión, tu empresa no sólo enfrentará los desafíos por venir, sino que también creará la plataforma para alcanzar estas nuevas metas.
Que este nuevo año sea testigo de la realización de tus metas empresariales más ambiciosas, marcando un capítulo donde la visión se convierte en realidad y el éxito es el fruto de una planificación cuidadosa y ejecución estratégica. ¡IZA te desea lo mejor!
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