Qué hacer cuando un colaborador tiene COVID

Ante la pandemia del covid-19, la seguridad en el trabajo es una prioridad, por lo que las empresas tienen la obligación de seguir las medidas sanitarias establecidas por las autoridades para prevenir los contagios. No obstante, siempre está latente la posibilidad de que haya un colaborador con COVID, por ello, es importante que los negocios estén preparados con un plan de acción ante casos de emergencia. A continuación, se abordarán una serie de recomendaciones para enfrentar este escenario.
Hay un colaborador con COVID ¿ahora qué?
Para disminuir los riesgos de propagación, es conveniente informar al equipo sobre las acciones o pasos a seguir en caso de presentar síntomas, previo a cualquier evento. Al contar con un protocolo, los trabajadores sienten mayor seguridad y recuerdan llevar a cabo todas las medidas recomendadas ante el primer indicio de enfermedad.
1. Comunicar la situación de inmediato
En caso de sospecha de contagio, es imprescindible dar aviso a los jefes directos para poner en marcha el protocolo de acción. Posteriormente, se procederá a informar a toda la organización para intensificar las medidas sanitarias y controlar el avance del virus.
Es importante que las empresas le brinden todo el apoyo necesario a sus colaboradores, comprometiéndose a que las ausencias por enfermedad no tendrán repercusiones sobre su salario ni pondrá en riesgo sus puestos de trabajo. De esta forma, ellos sentirán la confianza de dar pronto aviso en caso de presentar algún síntoma.
2. Confirmar infección por covid-19
La persona que tenga síntomas de enfermedad respiratoria, principalmente fiebre y tos seca, deberá llamar a las autoridades sanitarias correspondientes para recibir la orientación adecuada. Ellos le indicarán al trabajador si es necesario acudir a un centro de salud para realizar una prueba confirmatoria. En caso de contar con seguro médico por parte de la empresa, esta será quien oriente al colaborador sobre los alcances de cobertura, dirigiéndolo a la respectiva área.
3. Rastrear puntos de contacto
Si la infección por coronavirus ha sido confirmada, se debe realizar un mapeo en el centro de trabajo para rastrear con quiénes ha tenido contacto el colaborador. Dichas personas extremarán precauciones, guardarán distancia y minimizarán la interacción cara a cara con el resto del equipo.
Aquellas personas que hayan tenido contacto directo con el enfermo, hayan estado a menos de un metro y medio de distancia o hayan compartido un espacio cerrado por más de 15 minutos, deberán de guardar aislamiento preventivo durante dos semanas, pues el virus tarda entre 2 y 14 días en incubar antes de la aparición de los primeros síntomas, periodo en el que podrían contagiar a alguien más. La empresa dará la opción del teletrabajo a estas personas, si sus funciones lo permiten.
4. Aislamiento del trabajador
El colaborador con COVID deberá guardar reposo y evitar todo contacto con otros durante al menos dos semanas, aún cuando los síntomas hayan desaparecido. Esto se debe a que todavía no se sabe con claridad por cuánto tiempo la persona recuperada podría seguir siendo contagiosa.
Al desconocer algunos detalles sobre el comportamiento del virus, es muy importante que cuando la persona esté en condiciones de volver al trabajo, siga guardando todas las medidas de higiene recomendadas: utilizar cubrebocas, mantener una sana distancia, así como lavar y desinfectar sus manos constantemente.
5. Medidas de higiene y seguridad
Es importante desinfectar el área de trabajo de la persona con COVID y continuar con las medidas de limpieza profunda en los espacios comunes, haciendo hincapié en manijas, puertas, picaportes, barandillas y botones de los ascensores.
Ahora bien, las personas que se encuentran en un grupo de riesgo, ya sea por ser mayores de 60 años, padecer alguna enfermedad crónica, tener obesidad o estar embarazadas, deben extremar las medidas de aislamiento, de ser posible, a través del teletrabajo. Dado que las infecciones podrían ocurrir, es fundamental proteger a los más vulnerables.
6. Apoyar sin estigmatizar
Cuando una persona ha sido contagiada debe recibir todo el apoyo posible por parte de la empresa y de sus compañeros de trabajo. Se debe establecer por anticipado quién asumirá la responsabilidad en caso de que jefes o directivos resulten contagiados, así como quiénes podrán seguir laborando de forma remota. Lo más importante en esta situación, es transmitir el mensaje de que la salud es primero y mantenerse flexibles ante las necesidades de los trabajadores.
7. Ocuparse, no preocuparse
Los estados de alerta producidos por la pandemia alteran el estado de ánimo de los colaboradores y esto podría afectar la productividad y el funcionamiento de la empresa. Pero saber que se cuenta con el apoyo de todo el equipo y con un protocolo establecido, puede mitigar estos efectos negativos e infundir mayor seguridad.
Otras medidas generales
Dado que es posible que se presenten casos asintomáticos, dentro de las recomendaciones están clasificar a los empleados según su nivel de exposición, es decir, si sus labores requieren tener un contacto cercano con otras personas o no. De esta manera, a los colaboradores de alto riesgo se les aplicarán constantemente pruebas de covid-19 para identificar la presencia de la enfermedad.
También será necesario extremar los filtros en las entradas, pues con la toma de la temperatura es posible detectar casos sospechosos antes de que ingresen a las instalaciones. De presentarse un caso así, de inmediato deberá solicitarse que se comunique a la autoridad sanitaria para la resolución de un cuestionario. Si ellos lo autorizan, el colaborador podrá ingresar al centro de trabajo.
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