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4 rutinas breves para ejercitarte en la oficina

Escrito por Isabella Jiménez | 02-oct-2017 12:30:00

No hay nada mejor para combatir el estrés que tomar descansos de 5 o 10 minutos por cada hora de trabajo, con ello lograrás que tu mente se enfoque en otra cosa y que, cuando vuelvas al escritorio, puedas estar más concentrado. 


Buena salud en pocos minutos

Según los consejos de salud de especialistas, hacer ejercicios de tiempo y repeticiones breves es la base de un sistema inmunológico óptimo. Por ello, ocupar tus períodos de descanso para ejercitarte en la oficina es una buena forma de matar dos pájaros de un tiro. Si no sabes cómo empezar, pon atención a las siguientes 4 rutinas breves, discretas y sencillas para ejercitarte en la oficina y empieza a equilibrar tu vida hoy mismo:

1. Pantorrillas

Esta es la rutina para combatir el estrés más sencilla. Ni siquiera necesitas estar en tu tiempo de descanso, puedes hacerla simplemente mientras trabajas sentado. Tan sólo tienes que levantar los tobillos hasta donde más puedas y después volverlos a bajar, pero evitando que lleguen hasta el suelo. Haz esto en 5 intervalos de 12 repeticiones cada una. Para tu cuerpo, esto será equivalente a haber caminado durante 10 minutos.

2. Piernas

Trabajar las piernas en la oficina es uno de los mejores consejos de salud, pero no es un ejercicio tan discreto como el anterior. Por ello, tal vez prefieras hacerlo en tu tiempo de descanso o, incluso, mientras almuerzas. Aunque, claro, si cuentas con un cubículo u oficina personal puedes hacerlo en el momento que lo desees; por ejemplo, después del ejercicio de pantorrillas, para de esa forma ir hilando una rutina. 

Lo que tienes que hacer elevar ambas piernas hasta donde puedas o hasta donde te lo permita tu escritorio. Baja las piernas sin llegar suelo para no perder el esfuerzo. Haz 3 intervalos de 10 repeticiones y ve aumentándolos conforme pasen los días y tengas más resistencia.

3. Espalda y torso

Aunque parezca difícil, es posible que ejercites la espalda y el torso mientras estás sentado delante de tu escritorio. Tan sólo tienes que hacer tu silla un poco para atrás, de modo que al agacharte tu cabeza quede libre de cualquier superficie. Lo siguiente es sentarte con la espalda complemente recta. Bien, ya que estás en esa posición, agáchate hasta que las yemas de tus dedos toquen las puntas de tus pies. Si sientes esfuerzo en la parte baja de la espalda y en el estómago, es una señal de que lo estás haciendo bien. Realiza esto en 3 intervalos de 10 repeticiones. Cuando ganes resistencia, intenta hacer el mismo ejercicio, pero a mano cambiada; es decir: que la mano derecha toque el pie izquierdo y viceversa.

4. Brazos

Tal vez éste sea el ejercicio menos discreto de la lista, pero, al haber varias maneras de hacerlo, no tendrás problema en encontrar un momento en el día para realizarlo. Lo mejor es hacerlo en tu escritorio o una silla, pero si tu cubículo está en un espacio concurrido, puedes practicarlo en una sala de reuniones o zona de descanso. Lo que debes hacer es apoyarte en algo sólido como una silla pesada o la superficie de tu escritorio y hacer el movimiento tradicional de lagartijas. Haz esto en 3 intervalos de 5 repeticiones. Con el paso de las semanas, tus brazos se fortalecerán y podrás subir la intensidad.

Con estas rutinas, ya no hay pretexto para no equilibrar tu vida laboral con la salud de tu cuerpo. Recuerda que el ejercicio diario, por mínimo que sea, puede ser un gran beneficio para ti.