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Descubriendo el liderazgo empresarial

Escrito por Humberto Ibáñez | 09-jul-2018 12:30:00

El liderazgo empresarial hace referencia al proceso mediante el cual una persona es capaz de conducir equipos o colaboradores hacía objetivos concretos y en beneficio de la organización. Existen varios estilos del mismo. Entre los más importantes cabe señalar los siguientes:

  • Liderazgo autocrático: 

    Hace referencia a la dirección autoritaria que tiene el control de todo y toma decisiones sin considerar opiniones ajenas.
    No es muy recomendable porque suele crear un clima laboral de tensión y poco participativo.

  • Liderazgo democrático:

    En este estilo de dirección se tienen en cuenta las opiniones de los demás colaboradores y se manejan relaciones mucho más horizontales.
    Fomenta un clima laboral positivo, participativo y colaborativo. Sin embargo, en ocasiones atrasa la toma de decisiones.

  • Liderazgo “Laissez faire”: 

    El término “Laissez faire” significa “dejar hacer”. El líder inmerso en esta corriente les asigna responsabilidades específicas a sus colaboradores y les permite realizar su trabajo sin ejercer control sobre ellos.
    Este estilo promueve un clima laboral positivo y potencia la retención de talento. 

  • Liderazgo transaccional: 

    En este enfoque las relaciones entre el líder y sus equipos son entendidas como meras transacciones.
    Se establecen recompensas y castigos para premiar o sancionar el desempeño de los colaboradores. 

  • Liderazgo transformacional:

    se fundamenta en la capacidad del líder para transformar la manera en que los colaboradores desarrollan sus tareas. Este tipo de líderes motivan constantemente a los equipos para que sean cada día mejores.

Cada empresa aplica el liderazgo empresarial que mejor se acople a sus características específicas. Pero en todo caso, resulta fundamental para la productividad de lo equipos y la generación de utilidades.

Como ya se señaló, es mediante este proceso que se guía a los colaboradores hacia el logro de metas.

En pocas palabras, en manos de líder está el futuro de la empresa. 

Claves para desarrollar el liderazgo empresarial 

Antes se creía que el liderazgo era una capacidad innata a ciertas personas.

Sin embargo, se ha demostrado que las habilidades necesarias para ser líder se pueden aprender. Pero ¿cómo hacerlo?

  • Desarrollar autoconocimiento: 
    Un buen líder debe conocerse a sí mismo (virtudes, defectos, capacidades, debilidades, etc.). Así adquiere consciencia de las habilidades que debe adquirir o potenciar para mejorar y convertirte en una persona capaz de guiar grupos hacia fines predeterminados. 

  • Mantener actitud positiva: 
    Un líder no puede acobardarse ante los primeros obstáculos que se le presentan. Al contrario, debe mostrar fortaleza y enfrentar los retos con optimismo.
    De lo contrario los colaboradores se desmotivan y dejan de perseguir los objetivos trazados.

  • Potenciar las habilidades comunicativas: 
    el líder debe saber oír y hacerse entender, así como manejar a la perfección la oratoria y las herramientas de comunicación modernas. Es la única manera de transmitir eficientemente a los equipos lo que espera de ellos. 

  • Fortalece la capacidad resolutiva:
    Los colaboradores esperan que un líder posea destrezas para la toma de decisiones, la negociación, la resolución de conflictos y la búsqueda de soluciones creativas. Es necesario entrenar estas habilidades mediante programas especialmente diseñados para ello. 

  • Confiar en el equipo: 
    La confianza en los colaboradores los hace sentir valorados y los impulsa a involucrarse más en la actividad empresarial. 

  • Ser un coach: 
    El líder empresarial debe fomentar la motivación laboral de la mejor manera posible, hasta conseguir que sus empleados se sientan felices en sus puestos de trabajo y comprometidos con las metas de la organización.


Al aplicar estas claves se fortalece el liderazgo empresarial. Sin embargo, es necesario tener presente que estas habilidades no se logran de un día para otro.

Implican un trabajo que se moldea en el mediano y largo plazo, basándose principalmente en la experiencia.