Seguramente piensas que tus habilidades técnicas te ayudarán a ser un buen líder dentro de tu trabajo.
Pero, la realidad es que no tiene que ser así, aunque este aspecto te asegure tu primer ascenso; esto no garantiza el siguiente. Lo que sí lo hará será el liderazgo emocional.
Por eso, si estás apuntando a un puesto de liderazgo, debes tener en cuenta el elemento emocional. Esto te servirá para entrenar con éxito a tus equipos de trabajo, manejar el estrés de la mejor forma, y colaborar con otras personas.
Cuando hablamos del liderazgo emocional debemos saber que este concepto se basa en la inteligencia emocional; este último término lo popularizó el psicólogo Daniel Colleman. Lo cierto es que actualmente estas características son fundamentales para que se sea un buen líder de una organización.
Un ejemplo de la relación entre la inteligencia emocional y el liderazgo, es que son los líderes los que establecen el tono de la organización; por lo que si carecen de inteligencia emocional, podrían ocasionar diferentes problemas, tales como menor compromiso de los empleados y una mayor tasa de rotación.
Si un líder no puede comunicarse de manera efectiva con su equipo, cualquiera de sus habilidades técnicas se pasarán por alto; por ello, cuando se domina la inteligencia emocional se avanza tanto en la carrera profesional individual, como en la de la organización.
En este sentido, es clave entender que esta necesidad de la inteligencia emocional se debe a que los trabajadores en la actualidad son cada vez más cualificados; estos no aceptan las tareas excesivamente reglamentadas y esperan mucho más que un salario de sus trabajos.
Lo que quieren y requieren los colaboradores de una empresa son líderes emocionales. Es por eso que tanto la inteligencia emocional como el liderazgo están tan complementados.
Ahora bien, el liderazgo emocional se trata de orientar a un equipo u organización a gestionar correctamente no solo las acciones y presupuestos; sino también los sentimientos y las expectativas de los que están trabajando en la empresa.
Teniendo lo anterior en cuenta, el buen líder emocional debe lograr los objetivos planificados del equipo al que está dirigiendo. Eso no solo se centrará en los conocimientos técnicos, sino en esos intereses personales de los colaboradores.
Es por todo lo anterior que con el liderazgo emocional se pueden conseguir los siguientes beneficios:
Para poder tener inteligencia emocional en el liderazgo, Colleman describió cinco habilidades fundamentales:
En resumen, contar con un buen liderazgo emocional hará que tu empresa y sus colaboradores crezcan y sean más felices; por lo tanto estos serán más productivos y se reducirá la rotación del personal.
Por eso, no solo debes preocuparte porque tus empleados cuenten con los conocimientos técnicos; también deben ser capaces de reconocer sus fortalezas y debilidades, escuchar las opiniones de los demás y adaptarse a los cambios para que consigas el éxito.
En IZA te brindamos ese espacio ideal para que te reúnas con tu equipo de colaboradores y fortalezcan su inteligencia emocional.
Nuestras oficinas están diseñadas para que puedas mejorar el trabajo en equipo, la comunicación y la empatía; así como la motivación y el autoconocimiento que harán que en tu organización sean buenos líderes.