Según la OMS, México ocupa el segundo lugar de obesidad en adultos a nivel mundial y encabeza el primer lugar en Latinoamérica. La diabetes, problema derivado de la obesidad, se ha convertido en una emergencia nacional que afecta a 13 millones de personas.
Las principales causas de la obesidad son los malos hábitos alimenticios y el desequilibrio entre ingesta de alimentos y gasto calórico.
Además de la obesidad y sus efectos negativos en la salud, como colesterol alto, hipertensión, diabetes tipo 2 y cálculos biliares, existen otros riesgos a los que se enfrenta una persona con un estilo de vida poco saludable y sedentario, como el agotamiento, estrés, ansiedad y depresión, lo cual afecta directamente la productividad laboral y su vida en general.
La implementación de un programa de buenos hábitos, en el que se mejore la alimentación y se promueva la actividad física trae consigo múltiples ventajas, además de ver mejoras en la actitud de los colaboradores, quienes se muestran más optimistas, comprometidos y satisfechos, también se consigue una considerable reducción del ausentismo por enfermedad, y una mejora en la productividad.
Por si esto fuera poco, promover un estilo de vida sano mejora la imagen de la empresa y ayuda a atraer y retener el mejor talento.
En una empresa todos deben colaborar en un proceso de mejora continua en temas de salud, seguridad y bienestar psicosocial en el trabajo, esto a través de medidas como:
Es importante motivar el movimiento, sobre todo en aquellos empleados que permanecen largas horas en su escritorio. Levantarse y caminar, subir y bajar escaleras, y realizar ejercicios de estiramiento.
Una buena opción es olvidarse de la sala de juntas y realizar las reuniones caminando en un parque cercano.
Es común que los trabajadores opten por adquirir comida chatarra para llevar a la oficina o se limiten a tomar café. Ofrecer un desayuno saludable que incluya frutas y verduras como snacks, favorecerá la buena alimentación.
Los hábitos de vida saludables incluyen la atención de la salud mental. Se debe considerar incluir sesiones de meditación, yoga, coaching, risoterapia, etc. No olvides que el buen clima laboral beneficia la productividad.
Crear un programa de recompensas a la actividad física generará una mayor disposición de los empleados a colaborar.
Por ejemplo, es posible premiar a aquellos trabajadores que utilicen la bicicleta como medio de transporte, o acumular puntos positivos cada vez que un empleado elija las escaleras en lugar del elevador.
El bienestar laboral solo se logra consiguiendo un balance entre trabajo y vida personal. Brindar opciones de trabajo remoto, horarios flexibles y evitar las horas extra o llevar trabajo a casa son factores que benefician el desempeño y la satisfacción.
Mejorar tu productividad está directamente relacionado con el hecho de sentirse bien física y mentalmente.
Para lograrlo, es necesario llevar una alimentación balanceada, eliminar malos hábitos como fumar o beber en exceso, realizar actividad física y tener un balance entre vida y trabajo, en donde se destine parte del tiempo a actividades con la familia, amigos o pasatiempos.