Blog | IZA Business Centers

Paso a paso para lograr el empoderamiento organizacional

Escrito por Humberto Ibáñez | 23-mar-2020 14:30:00

El empoderamiento organizacional es una herramienta clave en el camino al éxito de cualquier empresa. Este proceso es un trabajo que implica a todos en la compañía,pues los líderes deben analizar y detectar las necesidades de los empleados con el fin de entregarles las herramientas indispensables para desarrollar u obtener mejoras en sus labores. Sin embargo, el compromiso también deberá integrar a los colaboradores, quienes atenderán las capacitaciones y nuevos implementos que lograrán traer grandes beneficios a la organización.

Para ello, resulta vital comprender que el empoderamiento organizacional implica otorgar el poder a los demás colaboradores, confiando en sus capacidades, conocimientos y experiencias para obtener procesos más optimizados con resultados creativos u originales. Con ello, se garantiza conseguir mejoras continuas en las empresas.

¿Cómo empoderar a los empleados?

La mejor estrategia para estimular e impulsar el empoderamiento de los colaboradores debe tener como primer agente de cambio a directores ejecutivos, gerentes y encargados porque ellos son los encargados de liderar el equipo para alcanzar los objetivos planteados en las empresas.

De esta manera, un CEO tiene la responsabilidad de dotar con las herramientas de aprendizaje a los empleados, respetando los valores de la organización y teniendo en mente la misión de crecimiento. Estas acciones, junto a los siguientes métodos para alcanzar el empoderamiento organizacional, marcarán un antes y después en la empresa.

1. Comunicación estrecha con el equipo

Establecer juntas en grupo e individuales para platicar con los colaboradores, mantener la mejor disposición a escuchar sus necesidades, inquietudes y propuestas, es una de las recomendaciones que todo gerente debe poner en práctica porque la comunicación es el primer paso para lograr el empoderamiento de los empleados. 

Asimismo, se debe motivar un excelente ambiente laboral en el cual todos los empleados se sientan a gusto y cómodos en la organización para tomar decisiones, arriesgarse a proponer e incrementar su productividad en el trabajo. 

La distancia y los viajes de negocios no deberían ser un problema para desarrollar la comunicación entre todos los integrantes del equipo, pues la tecnología puede ser un gran canal para conseguir una mejora entre los procesos comunicativos. Herramientas de chat en línea o documentos de colaboración en grupo son un buen apoyo con el fin de platicar y preguntar las inquietudes de los trabajadores.

2. Demostrar la confianza en cada empleado

Un elemento indispensable para empoderar a los colaboradores es demostrándoles que son capaces de realizar las tareas y misiones que se le encargaron. Si bien, muchos gerentes pueden decir que confían en su equipo, realmente muy pocos lo hacen porque siguen creyendo en la imagen tradicional del "jefe", la cual muestra a una figura omnipresente, controladora e intocable.  

En consecuencia, un CEO debe mantener acciones hacia los empleados más aptos reconociendo su esfuerzo, mencionarles las áreas de mejora y manifestarles su entera confianza. Así, los colaboradores se sentirán confiados, con un mayor compromiso para tomar mejores decisiones en sus procesos de trabajo.

Al dotar de autonomía a los empleados, además de percibir la confianza de su jefe y también los ayudará a tener más libertad de decisión, actuar con responsabilidad y siempre en pro del bienestar de la empresa.

Este punto debe acompañarse de mejoras en la contratación del talento, los programas o proyectos de capacitación e integración de nuevos empleados en los equipos de trabajo. Es decir, CEO y área de recursos humanos necesitan mantener determinadas características o modificar los requerimientos para atraer al mejor personal y hacerlos parte de la organización.

3. Capacitar para la toma de decisiones

Sin duda, nada afecta más a una compañía que las malas decisiones. Por esa razón, los colaboradores deben tener las capacidades necesarias para identificar cómo y de qué manera tomarán las decisiones de las áreas donde estén a cargo. Entonces, un elemento importante de este proceso será el capacitar con las últimas tendencias en temas de negocios, tecnología, inversiones y todos los aspectos en los que se desarrolla la organización.

Adicionalmente, es casi obligatorio informar sobre el estado real de la empresa a los empleados para que puedan dimensionar el impacto de sus iniciativas. Es decir, antes de cerrar un trato con un cliente, el colaborador debe estar consciente de las implicaciones que va a experimentar la compañía por esa decisión. 

Más allá de delegar responsabilidades, los beneficios de este proceso se verán reflejados en los procesos optimizados, donde un empleado comprometido puede hacerse cargo de las peticiones del cliente y ese mismo comprador puede obtener un gran servicio al cerrar un trato de forma más eficiente.

4. Tutorías y recomendaciones en vez de controlar

Finalmente, un buen líder debe saber cómo integrar la comunicación con las oportunidades de mejora para mejorar la estrategia de empoderamiento. Si bien, cambiar todo el proceso de trabajo puede ser una tarea difícil e incluso podría malinterpretarse debido a que, al parecer, muchos ejercen la toma de decisiones en la organización, un CEO tiene la responsabilidad de saber llevar a su equipo, orientarlo y apoyarlo en todo momento.

El proceso comienza con las pláticas sobre cómo tomar decisiones, las necesidades u objetivos de la empresa, las herramientas con las que van a contar los empleados para desarrollarse, ofrecerles tutorías y monitorear cada cierto tiempo su desempeño. Por consiguiente, el líder del equipo necesita mantener esta estrategia, llevando a cabo las acciones anteriores pues es una manera de apoyar a los colaboradores, demostrando su liderazgo y capacidad de orientación ante los demás integrantes de la organización.

Sin duda, el camino hacia el empoderamiento organizacional no debe ser una estrategia de una temporada, pues la mejora debe mantenerse constante. Como resultado del proceso de cambio, los colaboradores tendrán más aptitudes de autogestión, conocerán sus capacidades e impulsarán los cambios necesitados en la empresa.