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Innovación en acción: Principios del design thinking y cultura startup

Escrito por Carlo Domenech | 13-nov-2023 15:00:00

El design thinking, con su enfoque centrado en el usuario y la resolución de problemas, y la cultura startup, con su agilidad, enfoque en la experimentación y la toma de riesgos, están demostrando ser catalizadores efectivos para la innovación. Las empresas que abrazan la innovación, la creatividad y la adaptabilidad están mejor posicionadas para prosperar en un entorno competitivo y en constante cambio.

Sigue leyendo para conocer cómo el design thinking y la cultura startup se han convertido en pilares esenciales para impulsar la innovación en las organizaciones del mundo actual.

¿Cuáles son las diferentes etapas del proceso de design thinking?

La metodología de design thinking contempla diferentes etapas para tener éxito y realmente funcionar. Aquí te contamos de qué va cada una:

Empatizar

La primera etapa de esta metodología comienza con el empatizar. Aquí, debemos de conectar con el público o los usuarios a los que dirigimos las acciones, esto recordando el hecho de que toda solución debe ir centrada en un usuario. Muchas veces se comete el error de basarse solo en lo que se cree y no en la realidad.

Para empatizar, necesitamos datos. Los datos provienen de distintas fuentes como encuestas, focus groups o entrevistas. Si bien se debe ser eficiente, entre más información se capte mucho mejor, pues así es posible analizar y encontrar hallazgos o insights de valor para la siguiente etapa.

Definir

Una vez obtenidos los datos, es momento de definirlos. La primera etapa es analizar a los usuarios y las problemáticas a resolver, pues los datos sirven para dar claridad y tener un panorama real del camino a seguir, además de sustentar las decisiones que se puedan tomar.

Por ejemplo, si el equipo de trabajo considera que X es lo más importante, los datos lo respaldan o, en su caso, los datos se encargará de mostrar que Y es lo más prioritario, garantizando que los recursos se usen en lo realmente importante y más urgente.

Idear

Ahora que sabemos cuáles son las problemáticas más urgentes a atender en el design thinking y tenemos definido en qué orden atenderemos cada una de ellas, el siguiente paso es comenzar la idea. Básicamente se trata de generar ideas que nos lleven a posibles soluciones. Si bien parece algo fácil, en realidad no lo es.

Los datos te darán una línea sobre qué camino seguir. Una metodología eficiente es la llamada lluvia de ideas o brainstorming, en la que cada miembro del equipo dará ideas sobre las soluciones a seguir. El fin de esta metodología consiste en reunir cuanta idea sea posible, ya que de todas estas pueden salir las soluciones.

Prototipar

Tras filtrar las ideas, se debe comenzar con el prototipado. El prototipado consiste en versiones rápidas, simples y económicas, pero funcionales, de la solución o producto.

Básicamente, es convertir la idea en algo tangible que se pueda validar pues, al validarlo, será posible encontrar posibles fallas o mejoras a realizar. La clave del éxito en esta etapa está en que cada prototipo debe ser funcional, pero eficiente.

Si generamos prototipos poco costosos, podemos invertir más en su desarrollo y en su mejora, haciendo posible tener soluciones lo más completas posibles, sin fallas que puedan afectar en un futuro. Para muchos expertos, esta es la parte que diferencia al design thinking de otras metodologías.

Testeo

De la mano con el punto anterior, el prototipo debe validarse. No hay mejor forma de hacerlo que directamente con el problema, usuario o mercado, esto debido a que el usuario final es el que mejores comentarios dará. No puedes aspirar a crear el mejor cuchillo de carnicero si no lo prueba antes un carnicero.

Cada testeo arrojará conclusiones que retroalimentan al prototipado. Por ejemplo, si descubres que el peso de tu producto no es el mejor, creas otro prototipo, lo validas, y listo. Así es como el testeo te ayudará a crear soluciones que sí funcionen.

Conociendo los elementos clave de la cultura startup

Además de metodologías como el design thinking, existen elementos que son clave en la cultura startup. Estos son los que consideramos los más decisivos:

  • Mentalidad de mejora: Una startup que esté estática será una startup que fracasará. La cultura de la mejora y la innovación es crucial en su ADN. Por ejemplo, las empresas tecnológicas deben mantener la misma velocidad de desarrollo que el mercado y que su competencia.
  • Agilidad: También deben de ser ágiles, sobre todo, para la creación de soluciones. Las startup que se mueven con agilidad gestionan mejor sus recursos, aprovechando su tiempo, dinero y personal para crear productos o servicios que realmente funcionan.
  • Tomar riesgos: El riesgo permite a las startups innovar y crear nuevos productos y servicios que pueden cambiar el mundo. Sin la toma de riesgos, las nuevas empresas nunca triunfarán. Nunca podrían probar nuevas ideas o tomar los riesgos necesarios para llevar sus productos al mercado.
  • Creatividad: Las startups suelen estar centradas mayormente en la generación de nuevas ideas fuera de la caja. Esto permite a las startups adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y mantenerse a la vanguardia de su industria. Para ello, metodologías como el design thinking son clave.

¿Cómo se puede impulsar la innovación y resolución de problemas con el design thinking y la cultura startup?

Los expertos coinciden en que tanto el design thinking como la cultura startup llegan al mismo punto: La claridad.

El design thinking permite tener un camino de acción definido. Por otro lado, la cultura de startup da claridad sobre cómo pensar y actuar. Esto permite impulsar la innovación y la resolución de problemas de forma más eficiente, además de que ayuda a que empresas y directivos vean más allá de su propio entorno.

¿Cómo es esto posible? A continuación te dejamos unos ejemplos.

IBM

IBM decidió adoptar al design thinking como su principal metodología de innovación. Tal ha sido su relevancia, como lo muestra HubSpot, que incluso crearon un laboratorio de design thinking en donde generan soluciones y herramientas que comparten y testean con usuarios y colaboradores gratuitamente.

Ópera de San Francisco

Al ver una caída en la venta de boletos, la ópera decidió poner en marcha el design thinking, y a través del mismo descubrieron que la ópera se veía como algo anticuado y costoso. Con estos datos implementaron un programa de conciertos más relajados y accesibles, logrando aumentar la venta de entradas a la ópera.

Microsoft

A través de una cultura práctica, Microsoft se volvió un gran ejemplo de design thinking al implementar soluciones prácticas que, antes de salir al mercado, son validadas por los usuarios. De esta forma se garantiza que las mismas realmente sean funcionales y útiles para sus clientes.

Al adoptar y aplicar los principios del design thinking y la cultura startup, las empresas pueden no solo sobrevivir en un mundo empresarial en constante evolución, sino prosperar. Estos enfoques ofrecen un camino hacia la innovación en acción, creando una cultura empresarial que valora la creatividad, la adaptabilidad y el enfoque en el cliente.

En IZA Business Centers, queremos contribuir al éxito de nuestros clientes ofreciendo espacios de trabajo y servicios a medida de sus necesidades. ¡Conoce todo lo que tenemos para ofrecerte y comienza a crecer tu negocio!

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