Con el paso de los años, la forma de trabajar evolucionó notoriamente gracias a la irrupción de las tecnologías digitales. En el desarrollo de las actividades profesionales del siglo XXI, es esencial el manejo de este tipo de herramientas.
Una de ellas es la oficina virtual, que no sólo ofrece autonomía y diversificación, sino que además implica un considerable ahorro de presupuesto para toda la institución.
Dentro de las prestaciones que ofrece el servicio de oficina virtual, destaca el contar con personalidad jurídica, teléfono corporativo, dirección física para recibir correos y en algunos casos, incluso sala de reuniones.
Todo lo anterior permite brindar a la clientela una atención seria y de excelencia, sin requerir de un espacio físico para las labores funcionarias.
Dentro de las ventajas que trae consigo implementar una oficina virtual, destaca el ahorro en finanzas y la flexibilidad, entre otros atributos:
El trabajo es más autónomo e independiente. Por este motivo, ya no es necesario pasar tiempo en la oficina o algún lugar en específico, sino que se pueden cumplir labores desde casa, el extranjero o cualquier otra ubicación.
Por supuesto, el horario de trabajo se define conforme a las necesidades de cada empresa, dejando a un lado las jornadas laborales fijas y rígidamente estructuradas. También se ahorra tiempo, al evitar perder valiosos minutos en largos desplazamientos rumbo a la oficina.
En relación a presupuesto, esta modalidad no sólo permite ahorrar dinero en disponer de un espacio físico, mobiliario, equipos de computación, servicios básicos y otros insumos, sino también el que corresponde personal de aseo y secretaría, entre otros cargos de tipo operativo. Estas prestaciones ya están asociadas a la contratación de una oficina virtual.
Una oficina virtual ofrece un lugar físico donde recibir clientes, dirección postal, teléfono fijo y sala de reuniones, herramientas que brindan mayor formalidad a la atención del público. Esto, sin requerir que el personal en su totalidad cumpla horarios en oficina, con el consiguiente gasto de insumos.
En general, las oficinas virtuales están muy bien ubicadas, en sectores asociados a los mejores puntos comerciales de la ciudad o país, por lo que es posible acceder a una dirección física de privilegio.
Existen diversas modalidades y planes para acceder a este tipo de oficina, por lo que no importa si la empresa es grande, mediana o pequeña; ni si cuenta con gran presupuesto o con recursos limitados.
Esta forma de trabajo se adapta a las necesidades de toda institución, con programas a la medida para cada una de ellas.
Las modernas herramientas tecnológicas asociadas al mundo laboral, han logrado que ya no sea indispensable pasar tiempo en la oficina para trabajar de manera productiva. Una oficina virtual ofrece toda la comodidad, seriedad y formalidad que una compañía en proyección necesita, favoreciendo al mismo tiempo un importante ahorro de capital.