Uno de los conceptos más nombrados en el entorno empresarial hoy en día es la innovación. Que si innovar es la clave del éxito, que si la innovación es espontánea o creada, en fin, se puede innovar en procesos, en productos y hasta en filosofía.
Pero ¿realmente sabemos lo que esto significa? ¿entendemos su trasfondo, sus bases y estilos? En este nuevo artículo, hablaremos sobre la innovación. Entenderemos qué es y los tipos de innovación que existen para así aplicarla correctamente.
Proveniente del verbo en latín “innovationem”, etimológicamente innovación quiere decir cambiar o renovar. Por otro lado, los estudiosos de la lengua definen a la innovación como el acto de hacer cambios nuevos y significativos hacia algo existente para mejorarlo.
La definición de innovación no es tan distinta entre los grandes genios empresariales. Para Theodore Levitt, reconocido economista de Harvard: “Innovación es hacer cosas nuevas”. Así de simple.
Incluso el gran Henry Ford comenta lo siguiente sobre ello: “Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido." Se trata de un ejemplo que habla de visión, como hizo John D Rockefeller incentivando a la gente a buscar nuevos caminos.
Como puedes ver, la innovación no se trata sólo de hacer cosas nuevas, sino también de ponerlas en práctica. También se trata de tener querer evolucionar y jamás conformarse.
Existen un sinfín de casos empresariales donde, por no innovar o no darle importancia a este tema, la empresa quiebra. Lo mismo sucede, pero por el lado contrario, con empresas que reconocieron la importancia de la innovación y triunfaron con ella.
Hoy en día, el mercado parece ser un entorno hostil, pues con una competencia cada vez mayor, la innovación se vuelve un factor determinante. Una empresa que es capaz de innovar no sólo se mantiene vigente, también logra diferenciarse.
De esta forma, capta la atención de más personas, también les da valor. Recuerda que este factor es el que afecta directamente tus ventas. Entre más valor reciba un cliente, más satisfecho estará, más te recomendará y por tanto, tus ventas crecerán.
Actualmente, podemos encontrar distintos tipos de innovación según sus objetivos o propósitos. Aquí te contaremos a fondo de qué va cada uno de estos.
La innovación de rendimiento se enfoca en mejorar el rendimiento de productos o servicios existentes. Busca optimizar características puntuales para aumentar la eficiencia o la productividad, ofreciendo así un valor agregado al mercado establecido.
Un ejemplo perfecto lo vemos en los automóviles y camionetas. Con cada nuevo modelo se busca innovar conceptos como su seguridad, diseño o rendimiento. Lo mismo sucede con los celulares, como lo hace Apple o Samsung.
Este tipo de innovación implica hacer mejoras graduales y constantes en productos, servicios o procesos. Estas mejoras pueden ser pequeñas, pero sumadas contribuyen a la calidad y eficacia general. Todo sin alterar radicalmente lo que ya existe.
Su nombre proviene del hecho de que se busca innovar gradualmente, poco a poco. Al final, este conjunto de cambios e innovaciones genera una bola de nieve de mejoras.
Introduce cambios profundos y fundamentales que pueden transformar un mercado o crear un objeto completamente nuevo. Este tipo a menudo rompe con lo establecido y puede dar lugar a avances tecnológicos significativos.
En la industria tecnológica, la importancia de la innovación radical es enorme. Empresas como Apple con su Vision Pro están liderando esta oleada de este tipo de innovaciones con el objetivo de ver quien se convierte en el líder del mercado Tech.
Se refiere a las innovaciones que no sólo buscan el éxito comercial, sino también consideran el impacto ambiental y social. La innovación sostenible busca crear soluciones que sean ecológicamente responsables y económicamente viables a largo plazo.
Cambios como los realizados en el aeropuerto de Kansai son un ejemplo. Y es que la empresa operadora está colocando paneles solares en todo el techo para generar electricidad. De esta forma, alimentarán al aeropuerto con energías limpias.
Este término se utiliza para describir innovaciones que desplazan tecnologías, productos o servicios existentes, creando nuevos mercados. La innovación disruptiva puede hacer que lo anterior quede obsoleto debido a la introducción de alternativas mejoradas.
Uno de los ejemplos más comunes cuando hablamos de la importancia de esto es Kodak, debido a que fue víctima de la innovación disruptiva con la llegada de la fotografía digital.
La innovación abierta es un paradigma que asume que las empresas pueden y deben usar ideas y caminos externos para avanzar en su tecnología. Dicha postura implica una colaboración más amplia y el uso de conocimientos compartidos.
Para que la innovación abierta funcione, la empresa debe saber escuchar, ya que existen grandes ideas de muy alto valor allí afuera, sólo basta con saber reconocerlas.
En contraste con la innovación abierta, la innovación cerrada se basa en el uso exclusivo de ideas y conocimientos internos de una organización. Este enfoque limita la colaboración y el intercambio de ideas sólo al entorno de la empresa.
Sin embargo, esto también puede dar increíbles resultados. Grandes ejemplos de innovación como las notas adhesivas Post-It y los Cheetos Flaming Hot surgieron dentro de las mismas empresas.
Como te habrás dado cuenta, la innovación es un concepto amplio, que no surge de la noche a la mañana. Más bien, se trata del resultado de tener una visión progresista y una cultura que permita su surgimiento.
En IZA, sabemos lo importante que es la innovación. Es por eso que todas las mañanas nos preguntamos cómo podemos hacer nuestro trabajo de forma distinta y mejor. Así es cómo aportamos valor tanto a nuestros clientes como a los colaboradores.
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