El burnout está registrado en la Clasificación Internacional de Enfermedades como un fenómeno ocupacional. Sucede cuando la carga de trabajo provoca más estrés del que una persona puede soportar y finalmente se “quema”.
Se trata de un síndrome que drena la energía y merma la productividad de los trabajadores, mientras produce una creciente enajenación que los distancia de su labor en la empresa.
Está relacionado con la presión laboral y el agotamiento mental excesivo, muy intenso o prolongado. Por eso, lo mejor es prevenirlo desde la raíz.
En IZA sabemos lo importante que es mantener el equilibrio para el bienestar de los colaboradores y el éxito de la empresa, así que en este artículo traemos 5 consejos para que logres evitar el síndrome del trabajador quemado en tu vida profesional.
Suplir tus propias necesidades y alcanzar tus metas personales es tan importante como cumplir con los objetivos de tu puesto en el trabajo. Es crucial que destines un tiempo para dejar de lado la productividad: relájate, haz ejercicio, descansa, ve a la familia, a los amigos o disfruta algún hobby; se trata de separar un momento para ti.
Esto no significa que descuides tus responsabilidades laborales, sino que decidas dejar el trabajo para la oficina y te dediques a vivir tu vida cuando estés fuera de ella.
Encontrar el equilibrio entre tu trabajo y vida personal significa regresar cada mañana listo para afrontar cualquier reto laboral, porque sabes que tu vida va más allá.
La calidad del ambiente laboral es un factor que define si el burnout se manifiesta en una empresa, o no. Es uno de los causantes del estrés en el trabajo más comunes, pero también tiene potencial para impulsar un mejor rendimiento y productividad.
El aislamiento es un síntoma característico del burnout. La mejor manera de combatirlo es cultivando buenas relaciones laborales. Esto te permitirá descubrir que no estás solo y que, siempre que lo necesites, puedes apoyarte de tus colegas.
No todo en la vida es trabajo. El primer paso para prevenir el burnout es marcar la línea divisoria entre la vida laboral y la personal muy claramente.
Respeta tus horarios para descansar, comer, hacer ejercicio o conectar con alguien más; es decir: no es necesario que respondas un mensaje de tu jefe en fin de semana, o que inmiscuyas un pendiente de trabajo en una salida personal.
Marcar límites protege tu paz y tu salud además de asegurar un mejor desempeño en el trabajo. Ambos son aspectos complementarios de la vida que no debes mezclar si quieres mantener la estabilidad al interior de cada uno.
El burnout es fatiga crónica y cansancio emocional prolongado. Se produce a partir del estrés de tener mucho trabajo y poco tiempo o recursos para terminarlo. En estos casos, “tomar un descanso” probablemente te suene contraproducente, pero es la verdadera clave para erradicar este síndrome.
Resiste el cansancio programando pequeños descansos a lo largo del día, en los que retomes el ánimo y energía que necesitas para continuar trabajando. Por ejemplo, toma 5 minutos para prepararte un café en la cocina, o 20 para salir y caminar un poco.
Nunca vas a escapar del burnout si no aprendes a gestionar tu tiempo apropiadamente. La mala administración resulta en un montón de trabajo acumulado, que te dejará sintiéndote cada vez más estresado y abrumado.
Debes aprender a identificar el orden de tus prioridades para cumplir a tiempo todos tus objetivos. Aunque no es una tarea fácil, puedes lograrlo con la ayuda de una herramienta de gestión de tareas que mantenga un registro digital de tus actividades.
Si conoces a alguien que ha padecido burnout, o tú mismo sientes que ya no puedes más con tu carga laboral, no desesperes, recuerda que siempre existe una salida.
Esperamos que estos consejos te ayuden a llevar una vida laboral más tranquila y eficiente, al poner tu salud antes que el trabajo.
Recuerda que un espacio de trabajo adecuado hace un mejor ambiente laboral. Contáctanos para descubrir cómo transformar tu empresa con oficinas a la medida.