A pesar de que en México el 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer, todavía hay personas que no conocen el trasfondo de esta fecha histórica. A mediados del siglo XIX, la creciente industrialización provocó que el sector obrero alzara la voz y fueron las mujeres quienes buscaron mayores oportunidades y ponerle fin a las limitaciones con las que día a día vivían.
Los especialistas han coincidido en un hecho relevante para ser considerado el primer gran momento en que las mujeres decidieron cambiar las condiciones en las que trabajaban.
En 1908 aproximadamente quince mil mujeres se manifestaron en Nueva York para pedir mejores salarios, menos horas de trabajo y el derecho a votar, el hecho impactó tanto a la clase política que un año más tarde el Partido Socialista de América de Estados Unidos declaró el Día Nacional de la Mujer, a celebrarse el 28 de febrero.
Posteriormente, mujeres de países como Alemania, Dinamarca, Austria y Suiza se sumaron a lo que aquellas manifestantes de Nueva York buscaban.
Durante la Primera Guerra Mundial, los movimientos de paz se sumaron a este esfuerzo en Rusia, país donde las trabajadoras textiles de San Petersburgo se sumaron a las huelgas y protestas contra la monarquía.
Así nace el Día de la Mujer, pues el 8 de marzo de 1917 comenzaron las manifestaciones de las mujeres rusas.
Fue hasta 1975 que la Organización de las Naciones Unidas estableció que el Día Internacional de la Mujer se celebrara el 8 de marzo, fecha que hasta el día de hoy no solo ha funcionado para recordar aquellos momentos históricos en que las mujeres luchaban por sus derechos, sino también es una fecha que motiva al sexo femenino a que cada día se establezcan mejores condiciones laborales para ellas alrededor del mundo.
No cabe duda de la importancia de las mujeres dentro de las esferas políticas y económicas del mundo. El país no queda exento de esos grandes cambios, ya que el papel de las mujeres mexicanas en los negocios es de suma relevancia porque han demostrado sus capacidades de liderazgo.
Cada vez aumenta el número de directoras o emprendedoras entregando excelentes resultados y utilizando de forma eficiente sus recursos, pues de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de cada cien mujeres que piden un préstamo para invertir en su empresa, el 99% salda sus deudas de manera íntegra.
Para las empresas también ha sido importante involucrar a las mujeres en puestos de mayor jerarquía porque favorece a su cultura organizacional con vías a la paridad, donde ese cambio en sus estructuras les servirá para enfrentarse a nuevos entornos y retos.
El liderazgo femenino, además de romper con esa barrera en cuanto a lucha de géneros u ofrecer diversidad en las empresas, también ha funcionado para tener una nueva visión o una mayor perspectiva sobre los problemas y sus posibles soluciones.
Según un estudio de InfoJobs, la mujer lidera los departamentos de empresas españolas en áreas de Atención al Cliente, con más del 66% de mujeres al frente; Recursos Humanos, con más del 55%; Administración, con el 51.7% y, finalmente, en el ámbito de la Comunicación con el 51.4%.
Lo que tienen en común este tipo de trabajos, es el hecho de requerir a líderes con capacidades y/o habilidades para dar atención y mantener una excelente comunicación, tanto con los empleados como con los clientes.
El incremento de mujeres en puestos de liderazgo y estratégicos se debe a que cada vez más mujeres se interesan por superarse en los estudios de licenciatura e incluso un grado más alto, lo cual les ha permitido tener mejores oportunidades en el campo laboral, esto de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Así, como resultado de la preparación educativa, las mujeres en México ocupan el 31% de los puestos de alta dirección.
Si bien, el género femenino se ha superado para involucrarse en puestos de mayor relevancia, también es cierto que la mujer en los negocios se ha preparado mentalmente para rendir más y ser más productivas.
Esto habla de una gran disciplina e inteligencia emocional desarrollada por parte de las mujeres para poder desempeñarse, de la mejor forma, en un puesto que requiere tolerancia a la frustración u otras circunstancias que puedan presentarse debido a la gran responsabilidad que el trabajo les exige.
Adicionalmente, una de las razones por las que en los últimos años se han incrementado las oportunidades para las mujeres en el mundo laboral, es el hecho de su alta participación en organizaciones y en la exigencia en las esferas políticas para promover un ambiente de equidad, no solo en la vida diaria, sino en el trabajo, con salarios justos y condiciones laborales adecuadas.
En definitiva, la manera en que el género femenino se ha solidarizado entre sí para lograr cambios es de aplaudirse porque han visualizado las áreas de mejora u oportunidades que han ido mejorando gracias a alzar su voz y, como plus, se ha hecho consciencia en la sociedad general.
Sin duda, desde aquellas manifestaciones de mujeres que buscaron un cambio a mediados del siglo XIX hasta el día de hoy, en que la presencia de la mujer en los negocios de diferentes empresas tiene un papel relevante y trascendente. Además, se ha demostrado que las mujeres han representado un impacto muy significativo en lo laboral, con su trabajo eficiente, de calidad y cumpliendo con objetivos día a día.