Actualmente, el ámbito laboral consume gran parte del día a día, ha llevado a las personas a quebrar el balance entre vida y trabajo, lo que en muchos casos deriva lo conocido como "estrés laboral", un trastorno en el que México se encuentra en los primeros lugares a nivel global.
Entonces, ¿cómo separar el trabajo de la vida personal?
En un abrir y cerrar de ojos, si no se tiene cuidado, el trabajo puede llegar a consumir -en gran medida- la vida personal, lo que llega a ocasionar conflictos familiares, estrés, insomnio y otras consecuencias propias de una sociedad como la actual, en la que la alta competencia lleva a las personas a exigirse hasta el punto de perder el balance entre vida y trabajo.
En muchas ocasiones es necesario atender asuntos laborales en horarios de descanso o fines de semana, lo que generalmente resulta molesto e impertinente. Entonces, ¿cómo equilibrar tu vida? Toma nota:
En ocasiones, terminamos la jornada y debemos llevarnos responsabilidades a casa. Eso no está bien, por algo existe un horario de entrada y uno de salida. Al respecto, podrás argumentar que no alcanza el tiempo o que tienes demasiadas responsabilidades. Sin embargo, ¿has probado organizando las tareas?
Ya sea de manera diaria, semanal o mensual, la organización de las tareas permite lograr un balance entre vida y trabajo, entendiendo que -una vez fuera de la oficina- el tiempo restante es para ti, para dedicarlo a tu familia, amigos, realizar algún deporte o lo que prefieras.
Apóyate en herramientas como Google Calendar, las cuales te permiten llevar una lista ordenada de quehaceres, pudiendo definir alertas y priorizar las más urgentes.
Junto con organizar las labores, la distribución del tiempo que requiere cada tarea es fundamental para lograr un balance entre vida y trabajo.
Especialmente si se trata de tareas en las que se requiere de varias personas, definir el tiempo necesario es vital para una comunicación efectiva y, desde luego, para el cumplimiento de las distintas metas empresariales.
Es por esto que es importante identificar las fortalezas y debilidades de los distintos elementos, con el fin de delegar responsabilidades a las personas más capacitadas para tareas específicas. Así, es posible optimizar el tiempo al máximo, sin arriesgar la calidad de los resultados.
La comunicación efectiva es clave. Considera el siguiente ejemplo: necesitas retirarte antes de tu trabajo para asistir a un compromiso familiar. No le dices nada a tus colegas, porque piensas que podrás terminar los pendientes en casa. Sin embargo, llegando a tu casa notas que el cansancio es extremo y no tienes cabeza para seguir pensando.
Lo anterior da cuenta de la importancia de la comunicación efectiva para lograr un equilibrio entre la vida laboral y tu tiempo libre. Después de todo, para eso existen los equipos: para apoyarse entre sí.
Finalmente, recuerda que -sin importar el cargo o la responsabilidad- para todo hay un límite, uno que debes respetar para equilibrar tu vida y mantener una buena salud mental.