El trabajo en equipo impulsa la productividad laboral y favorece la toma de decisiones, es una vía para alcanzar la sinergia y los objetivos finales de un proyecto. Sin los esfuerzos en conjunto de cada uno de los colaboradores, los obstáculos que se presentan para concretar un bien común no podrían superarse.
Hoy en día, las empresas se han inclinado por un modelo de trabajo colaborativo en el que todos participan aportando ideas, conocimientos y contrastando puntos de vista para completar objetivos en común, así como para maximizar la productividad laboral.
Al ser este modelo de trabajo el más asertivo para las organizaciones, las áreas de recursos humanos acostumbran realizar dinámicas de grupo dentro de sus procesos de selección para determinar la capacidad de los aspirantes para asumir una responsabilidad compartida y respetar las iniciativas de trabajo colaborativo.
El trabajo en equipo estimula la creatividad, suma talentos, aumenta la motivación y satisfacción de los colaboradores, y además, disminuye la carga laboral que puede representar llevar a cabo una tarea.
Una empresa debe preparar el terreno para que se dé un ambiente positivo entre los miembros de equipo, que favorezca la comunicación, compromiso y confianza haciendo que el entorno fluya de la mejor manera. Asimismo, es importante elegir un equipo que sea capaz de tomar iniciativa en el desarrollo de estrategias y mejoras.
Cada persona posee distintas fortalezas y debilidades, es por ello que un equipo se debería conformar por colaboradores que se complementen y que sus diferencias sirvan para contrastar las ideas y conocimientos, con el fin de enriquecerse mutuamente.
Para la asignación de tareas se tomará en cuenta no solo las habilidades, sino también los rasgos del temperamento. Con un equipo diverso, cada integrante aporta ideas, habilidades, experiencias y conocimientos que abarcan un espectro muy amplio, favoreciendo así una toma de decisiones más rica.
El equipo debe visualizarse como un todo, olvidarse de protagonismos y trabajar en pro de objetivos comunes. Para fomentar el trabajo conjunto se deben establecer principios que los identifiquen como unidad.
Tener reglas muy claras desde un principio que se refieran a las responsabilidades y derechos de cada individuo dentro del equipo, sus funciones y tareas, tiempos de entrega, metodología del trabajo, etc.
La comunicación y retroalimentación es esencial para alcanzar cualquier objetivo. Se debe llevar un registro e informar a todos los miembros sobre los avances diarios.
Con las nuevas tecnologías resulta muy sencillo tener una comunicación ágil para informar en tiempo real cualquier asunto que requiera de atención inmediata: modificaciones al proyecto, detección de fallas, imprevistos, conflictos internos, incluso felicitaciones por un buen resultado.
La confianza se irá generando con el tiempo, conforme se desarrollen proyectos y se cumplan metas. En un principio, es importante motivar al equipo a confiar en las capacidades de los demás, dando la oportunidad a todos los integrantes de realizar su trabajo y participar.
Lo más valioso que puede desarrollar un equipo y que favorece como ninguna otra cosa a la productividad es la confianza y el respeto.
Para generar estos valores dentro de una organización, te sugerimos considerar:
Practica la comunicación asertiva.
Promueve una actitud de empatía entre compañeros.
Escucha de forma activa.
Cumple con tus responsabilidades.
Comparte información útil con los demás.
Valora el trabajo colaborativo.
Dentro del ámbito laboral, el sentido de pertenencia se refiere a la experiencia positiva, por parte del colaborador, de sentirse identificado, aceptado y apreciado por sus compañeros y la organización, por lo que apegarse a la cultura de la empresa le será apropiado y sencillo.
El sentido de pertenencia es esencial para lograr un compromiso real con el proyecto, tomando los éxitos de la empresa como propios, y es importante en cuanto a la colaboración con los miembros de otros equipos tanto como en el suyo.
Los colaboradores logran un sentido de identidad cuando se sienten satisfechos porque su trabajo es valorado. Un equipo fiel trabaja con interés, responsabilidad y, en consecuencia, aumenta la productividad laboral.
No solo los éxitos son compartidos, también los fracasos, lo que eleva el nivel de satisfacción general y disminuye el estrés.
Algunas consideraciones para tener en cuenta a la hora de fomentar entre los colaboradores una actitud de pertenencia son:
Reconocer los logros de los empleados así como el trabajo colaborativo.
Construye y fomenta relaciones de confianza.
Incorpora actividades de integración entre los miembros de la empresa.
Considera opciones que brinden flexibilidad a los colaboradores, tal como el trabajo a distancia.
Diseñar espacios de comunicación efectivos.
Crear una política de ascensos de puesto de forma que sean transparentes.
Cuando un equipo no funciona correctamente, es porque algún punto de los antes mencionados está fallando. Entonces, es momento de detenerse y analizar en dónde se encuentra el problema: falta comunicación, distribución de roles inadecuada, o si no se ha creado un sentimiento de compromiso lo suficientemente fuerte.
Se debe estar atento ante cualquier señal de conflicto, generar un diagnóstico y definir un plan de acción que solucione el problema, de ese modo, la productividad laboral no se verá afectada, así como las metas del proyecto.
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Vale la pena destacar también que un trabajo colaborativo eficiente va de la mano con un espacio de coworking adaptado a las expectativas del proyecto, y que sirva como una inspiración para crecer y progresar. ¡Encuentra tu espacio de trabajo ideal con nuestros diseños en IZA!