La fortaleza de una empresa son sus valores. En un ambiente laboral donde se prioriza el respeto a la ética empresarial, suele prevalecer una dinámica de trabajo que impulsa la eficiencia y suma puntos hacia la productividad.
Como en todo sistema, los valores compartidos por los integrantes del equipo de un negocio son fundamentales para construir y adoptar una cultura de ética. Para ello, es necesario que los principios éticos de la organización y los de los colaboradores estén alineados en la misma dirección y en torno a un propósito común.
En este artículo te contamos qué es la ética empresarial, la importancia que posee para el negocio y cómo puedes consolidar principios éticos en tu empresa para que contribuyan a su productividad.
¿Qué es la ética empresarial?
La ética empresarial es el cumplimiento del conjunto de valores y normas que surgen de la cultura de la empresa. A partir de estos, se rige el comportamiento de quienes trabajan en la organización.
Típicamente, al hablar de ética de una empresa se consideran aspectos como:
- Conflictos de interés y su mediación
- Relaciones personales entre empleados
- Manejo sostenible y responsable de recursos
- Administración del liderazgo
- Reporteo de incumplimientos
- Políticas antidiscriminación
- Estructuración y funcionamiento de comités de ética y comportamiento
- Actitudes aceptables y no permitidas en la interacción interpersonal
La ética de una empresa suele estar asentada en documentos como su código de ética o manuales y reglamentos que regulan los potenciales aspectos de interacción y relacionamiento.
¿Cuál es la importancia de la ética empresarial en los negocios?
Una ética empresarial sólida aporta las siguientes ventajas al negocio:
- Ayuda a mejorar el ambiente laboral al promover la igualdad y el respeto a los derechos
- Permite a la empresa aportar valor a la sociedad, mediante los principios morales que proyecta a los consumidores
- Potencia las decisiones de compra de los clientes, pues los valores que la ética contempla, como la responsabilidad y congruencia, son cada vez más determinantes en ellas
- Mantiene a la empresa dentro de los límites de la ley, evitando casos de vulneración de derechos. Esto garantiza que no se cometan delitos contra sus empleados, proveedores, clientes u otras partes
- Genera confianza de los consumidores en la marca, lo que incrementa la conexión y la vuelve más profunda, además de que mejora la experiencia de la audiencia
- Consolida los vínculos de los empleados con la empresa y contribuye a su sentido de pertenencia al incentivar su orgullo por identificación con ideales como el respeto, la lealtad y la responsabilidad e integridad, lo que también ayuda a mejorar tu percepción como empleador
- Incrementa la productividad, pues los empleados pueden sentirse más motivados e integrados gracias a la sensación de comunidad y la mejora del clima laboral
- Aumenta el atractivo de la empresa para los inversionistas. Seguir prácticas éticas encamina al negocio hacia el éxito, siendo más probable que inversores inviertan dinero en él.
Por lo tanto, una empresa que aspira a ser más competitiva no puede centrarse únicamente en obtener ganancias económicas. Para que el éxito sea completo, necesita desarrollar una serie de principios éticos con los que la audiencia y el equipo de trabajo puedan sentirse identificados.
¿Qué relación hay entre la ética empresarial y la productividad?
Al transmitir una cultura empresarial ética y fundada en valores y propósitos moralmente aceptables, los negocios posibilitan el desarrollo de ambientes igualmente éticos dentro de la organización.
Por medio de estas estrategias, el personal percibe que la compañía vela por la mejora de sus intereses, lo cual lo motiva a adoptar también actitudes éticamente correctas.
Esto no solo retiene y atrae al talento humano más preparado y afín a los propósitos y visiones del negocio, también incrementa la satisfacción de la plantilla y, por lo tanto, su compromiso y eficiencia en el trabajo.
Cabe señalar que la imagen transmitida por los liderazgos se vuelve fundamental en el alcance de dichas condiciones de productividad, pues su comportamiento y principios éticos transmiten a los empleados la cultura ética empresarial y posibilitan el flujo de dichas actitudes, a lo que también contribuye el ejemplo que los líderes pueden comunicar.
La ética empresarial y los espacios de oficina
La ética empresarial no solo se vincula con la definición de normas y valores que rigen lo comportamientos de las personas y la cultura de la empresa. Sobre todo, como decíamos antes, es un factor estrechamente relacionado con el bienestar y la satisfacción de los empleados.
Y cuando se trata de conseguir un mayor bienestar en la empresa, los espacios físicos de trabajo representan un punto clave para promoverlo. Por lo tanto, garantizar entornos de trabajo saludables debe convertirse en una prioridad para cualquier organización.
Ofrecer espacios de trabajo cómodos y bien equipados hará que los empleados se sientan valorados y a gusto en su lugar de trabajo. Esto permite desarrollar lazos de confianza y un sentido de pertenencia, lo que también incide en la productividad y mejora los resultados del conjunto corporativo.
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