En definitiva, la mente y el cuerpo están conectados, por lo que es indispensable aprender a identificar las situaciones que generan angustia o preocupación para así trabajar en ello y evitar consecuencias a corto, mediano o largo plazo. En el siguiente artículo se mencionan algunos consejos para combatir el estrés y alcanzar un bienestar emocional y físico.
Las personas enfrentan de forma distinta los momentos de incertidumbre. Por ello, las empresas deben entender que cada colaborador experimenta emociones y niveles de estrés diferentes. La importancia de este tema radica en que muchas veces la gente presenta problemas de salud a causa del estrés, los cuales se pueden manifestar con la pérdida de cabello y la aparición de protuberancias o irritaciones en la piel.
Los niveles de estrés varían dependiendo de la situación en que cada persona se encuentre. Se dividen principalmente en 3 tipos:
Es la forma más común de estrés. Su causa principal es el sometimiento a una alta exigencia o presión, ya sea por el trabajo, o en la vida diaria. Algunos ejemplos de situaciones que provocan este tipo de estrés son plazos de entrega que se deben cumplir, pérdida de un contrato importante, resolución de exámenes finales, un accidente automovilístico, entre otras. Ante un estrés agudo es probable que surjan dolores de cabeza tensionales y malestar en el estómago.
Se presenta cuando una persona tiene estrés agudo de forma constante, es decir, varias veces al mes. También se le conoce como el estrés del caos y la crisis, ya que aparece en personas que siempre están apuradas por cumplir compromisos o están llenas de responsabilidades sin tener oportunidad de conseguir una buena organización. En estos casos, es común que aparezca irritabilidad o mal humor, agitación, ansiedad y tensión.
Generalmente aparece cuando no se puede afrontar una situación extremadamente compleja o se considera que no hay una salida a algún problema. Suele durar varias semanas o meses, razón por la que se considera crónico. Se caracteriza principalmente por ser agotador para la persona, impidiéndole llevar a cabo su vida de manera normal, lo que vuelve indispensable contar con el apoyo de un especialista.
Sin duda, existen varios eventos que pueden desencadenar algún tipo de estrés —pérdida de un ser querido, cantidades exageradas de trabajo, el diagnóstico de una enfermedad o hasta una separación matrimonial—, aunque el nivel de impacto también dependerá de la forma en que cada persona afronte los problemas.
Aun así, no cabe duda que la preocupación principal de muchas personas en este momento es lo relacionado con la pandemia y al regreso a esta "Nueva Normalidad", por lo que es importante aprender a identificar el nivel de estrés y a controlarlo.
Los síntomas del estrés se reflejan en el cuerpo tarde o temprano. No combatirlo a tiempo puede traer terribles consecuencias físicas y emocionales como las siguientes:
También es importante resaltar que toda condición negativa de salud puede empeorar con la aparición del estrés, ya que los hábitos se modifican.
Recuperar un estado de bienestar después de tener episodios extremos de estrés puede parecer complicado. Sin embargo, llevando a cabo los siguientes consejos será más fácil prevenirlos.
Siguiendo estas prácticas es posible disminuir los niveles de estrés que se viven en el día a día. Sin embargo, el cambio depende de cada persona y del esfuerzo que haga para mantenerse a flote en circunstancias como las actuales. #IZAContigo.